martes, 6 de mayo de 2008

La historia se repite una y otra vez



La historia es una ciencia que describe el pasado, que explica los fenómenos que ocurrieron, la retropredicción: sus causas, los actores que intervinieron.

Además la historia del hombre es de carácter cíclico, y debido a esa característica es posible, dadas ciertas condiciones, incluso salvando las distancias temporales y espaciales, predecir acontecimientos. Incluso, nos permite ganar tiempo, ya que no hace falta que el tiempo pase para poder lograr una comprensión más acabada de la realidad presente. Basta con analizar los hechos pasados, sus actores y sus consecuencias.

Hoy como tantas otras veces en nuestra América se da la tradicional pero poco conocida lucha entre explotadores y explotados, entre quienes buscan la libertad y quienes nos sojuzgan.

América, tierra aborigen, que aceptó, generalmente, amistosamente al hombre blanco, que luego lo traicionaría y lo sometería hasta la extinción. América, tierra de levantamientos en pos de la libertad, cuyos mártires, como Túpac Amaru, sufrieron en carne propia la humillación y el sometimiento cuando luchaban por la dignidad de su pueblo.

Se levantó luego contra la colonización y fue así que obtuvimos nuestra independencia, no así nuestra libertad económica. La guerra de la triple alianza contra el Paraguay fue la más dura demostración de que la organización económica y política autónoma e independiente sería reprimida totalmente por el imperio (británico en aquel tiempo).

Otra vez, pueblo rebelde, necesariamente y con razón, se levantó con los populismos latinoamericanos. Irigoyen, Perón, Getúlio Vargas, entre otros, sufrieron también personalmente, los embates de minorías que no aceptaban el gobierno del pueblo.

Las dictaduras que establecieron en nuestra tierra la desmovilización de la sociedad civil y la normalización (liberalización) de la economía, junto con los años de política neoliberal y massmediática, hicieron pensar que el valor y el deseo de justicia había muerto.

Pero vemos que no es así. Nuevamente, testaruda y tozuda, se levanta nuestra América. El populismo vuelve para devolverle al pueblo lo que le pertenece, lo que necesita para desarrollarse plenamente.

Nacionalizaciones en Venezuela y Bolivia, cambios de régimen en Paraguay, movimientos políticos fuertes en Brasil, Perú y México, lucha por la progresividad impositiva en la Argentina. Todas medidas que pretenden devolverle la dignidad al trabajador y al ciudadano y la autonomía necesaria, en el marco de la globalización, de la cual no se puede salir ni escapar, pero dentro de la cual podemos realizar nuestro proyecto nacional.

Bastaría que la gran parte de la población argentina y de otros países pudiera aunque sea escuchar la conversación de un avezado analista histórico político o leer e instruirse en historia para darse cuenta que estos hechos ya los vivimos. Claro que talvez no vivíamos para verlos, pero se dieron.

La incapacidad para elaborar nuestro propio criterio nos impide ser libres pensadores y cuestionar el actual sistema vigente. Nuestra fuente de alimentación es la TV transnacional, que como dogma religioso, asumimos como verdad.

Los enemigos, grupos minoritarios que no respetan la voluntad popular y que viven a costa del pueblo, como siempre, forman un frente con las fuerzas internacionales que aspiran al mantenimiento del statu quo y a la restauración, en caso que se den pasos hacia adelante.

La desestabilización y el boicot lo sufren justamente estos países que, en distinto grado y profundidad, han decidido empezar a tomar las riendas de su destino.

Todo tiene una razón de ser. Cuesta no caer en el simplismo si solo vemos la televisión manipulada. La historia enseña, la política enseña. Enseña que todo esto no es más que lo mismo de siempre, la eterna lucha entre explotados y explotadores. Humillación y sojuzgamiento a los que no debemos resignarnos, tampoco buscar revanchismos, sino reclamar y obtener la dignidad que como hombres, seres iguales por naturaleza y dignidad, tenemos.

Nada es nuevo, todo se repite, siempre de la misma manera. Getúlio Vargas, presidente del Brasil escribió, antes de suicidarse, una reseña que nos sirve hoy, 64 años después, para comprender las cosas:

Carta-testamento de Getúlio Vargas

"Más de una vez las fuerzas y los intereses contra el pueblo se coordinaron y se desencadenaron sobre mí.

No me acusen, insulten; no me combatan, difamen; y no me den el derecho de defensa. Necesitan apagar mi voz e impedir mi acción, para que no continúe defendiendo, como siempre defendí, al pueblo y principalmente a los humildes. Sigo lo que el destino me ha impuesto. Después de décadas de dominio y privación de los grupos económicos y financieros internacionales, me hicieron jefe de una revolución que gané. Comencé el trabajo de liberación e instauré el régimen de libertad social. Tuve que renunciar. Volví al gobierno en los brazos del pueblo.

La campaña subterránea de los grupos internacionales se alió con grupos nacionales revolucionarios contra el régimen de garantía del trabajo. La ley de trabajos extraordinarios fue interrumpida en el Congreso. Contra la Justicia de la revisión del salario mínimo se desencadenaron los odios. Quise crear la libertad nacional en la potencialización de nuestras riquezas a través de Petrobrás, mal comienza ésta a funcionar cuando la onda de agitación crece. La Eletrobrás fue obstaculizada hasta el desespero. No quieren que el pueblo sea independiente.

Asumí el gobierno dentro del espiral inflacionario que destruía los valores del trabajo. Las ganancias de las empresas extranjeras alcanzaban hasta el 500% al año. En las declaraciones de valores de lo que importábamos existían fraudes que constataban más de 100 millones de dólares al año. Vino la crisis del café, se valorizó nuestro principal producto. Intentamos defender su precio y la respuesta fue una violenta represión sobre nuestra economía al punto de vernos obligados a ceder.

Vengo luchando mes a mes, día a día, hora a hora, resistiendo la represión constante, incesante, soportando todo en silencio, olvidando y renunciando a todo dentro de mí mismo, para defender al pueblo que ahora se queda desamparado. Nada más les puedo dar a no ser mi sangre. Si las aves de rapiña quieren la sangre de alguien, quieren continuar chupando al pueblo brasileño, yo ofrezco en holocausto mí vida. Escojo este medio para estar siempre con vosotros. Cuando los humillaran, sentirán mi alma sufriendo a su lado. Cuando el hambre fuera a golpear sus puertas, sentirán en sus pechos la energía de lucha para ustedes y sus hijos. Cuando los desprecien, sentirán en mi pensamiento la fuerza para la reacción.

Mi sacrificio los mantendrá unidos y mi nombre será vuestra bandera de lucha. Cada gota de mi sangre será una llama inmortal en su conciencia y mantendrá la vibración sangrada para resistir. Al odio respondo con perdón. Y a los que piensan que me derrotan respondo con mi victoria. Era un esclavo del pueblo y hoy me libro para la vida eterna. Pero este pueblo, de quien fue esclavo, no será más esclavo de nadie. Mi sacrificio quedará para siempre en sus almas y mi sangre tendrá el precio de su rescate.

Luché contra la privaciones en el Brasil. Luché con el pecho abierto. El odio, las infamias, la calumnia no abatirán mi ánimo. Les daré mi vida. Ahora les ofrezco mi muerto. Nada de temor. Serenamente doy el primer paso al camino de la eternidad y salir de la vida para entrar en la historia."


24 de agosto de 1954. Getúlio Vargas


Diego M. Flores Burgos