sábado, 11 de diciembre de 2010

De las causas de la muerte, la exclusión y la xenofobia


En torno a los enfrentamientos del Parque Indoamericano

Desde los medios masivos de comunicación contemplamos nuevamente otro conflicto entre habitantes del mismo pueblo, algunos argentinos, otros inmigrantes, todos latinoamericanos. Por supuesto que todo esto genera un hecho político que es aprovechado, según la conveniencia, para beneficiar o desprestigiar a uno u otro sector político.

Pero por supuesto, no he visto en esos mismos medios que se discuta sobre las causas del problema, sino como siempre, sobre los efectos, igualmente graves, tales como la muerte, la exclusión, la explotación, la xenofobia. Y no es azarosa esta evasión de la discusión.

Más allá de posiciones ideológicas, el sistema económico imperante en el país y en Latinoamérica es el principal responsable de las 4 muertes, los cientos de heridos y el sufrimiento de mucha gente que reclama que el derecho a la vivienda digna sea material y no solo formal.

Contamos con un sistema económico-político, basado en la explotación del hombre por el hombre, en la apropiación injusta y concentrada de la riqueza, en el ejercicio del poder (económico) de los fuertes sobre los muchos débiles. La conformación de una mafia legal financiera-rentística, que eleva por las nubes el valor de los inmuebles, tanto para la compra como para el alquiler, haciendo muy difícil la vida para muchos habitantes, incluso para quienes son profesionales o autónomos, aunque muchos no lo admitan.

Un sistema injusto que impide que tanto los inmigrantes de otros pueblos hermanos, como los propios argentinos que desde el período de los “cabecitas negras” llegaban a las ciudades importantes conformando los “cinturones de pobreza” que todas las ciudades argentinas y latinoamericanas tienen o han tenido (San Juan obviamente incluida).

El odio al extranjero o xenofobia, fruto de la ignorancia, la intolerancia hacia las culturas diferentes y el reconocimiento inconsciente de las propias incapacidades, siempre existió en la Argentina. Solamente, que cuando les sucedía a los europeos, zafaban un poco mejor debido a que eran “gringos”. Pero es un estigma que no hemos solucionado, ya que es acicateado y aprovechado por sectores partidistas para fomentar la división de nuestros pueblos. Muchos argentinos han sufrido en carne propia la discriminación por su calidad de inmigrante, como sucede en España, por ejemplo, cuando han emigrado, como lo hicieron ellos mucho antes, buscando un mejor porvenir.

La mafia legalizada del cartel rentístico-financiero, que está presente en todos lados, que hace que un departamento de las mismas características valga igual en San Juan que en Buenos Aires, es el que hace que en una villa de esa ciudad una habitación se alquile a $600 pesos. Mafia que está enquistada en sectores del estado y el gobierno, que imposibilitan medidas sociales o populares, dedicando recursos y energías al desarrollo de emprendimientos privados, sin importar las consecuencias ecológicas y sociales que acarrean, la pérdida de terreno cultivable, etc.

Como para sincerar un poco el tema, cada día, miles de jóvenes que egresan año a año de las universidades de la Argentina, desconocen como podrán hacer para desarrollar sus vidas en una vivienda propia, en un contexto que hace que el acceso a la misma sea prohibitivo para muchos de ellos.

Es el conocimiento de los factores económico-políticos que generan la exclusión y la pobreza de vastos sectores de la población, además de la puesta en práctica de estrategias concretas desde los distintos territorios sociales y el acompañamiento y profundización de las medidas que se llevan en ese camino, lo que permitirá revertir este proceso de injusticia social, que en nuestras tierras lleva ya más de 500 años.

Es el desarrollo de las fuerzas productivas y no del capital especulativo-rentístico lo que brindará desarrollo con dignidad y trabajo para todos. Es la concepción humanista, cuyas bases son el humanismo cristiano o el humanismo positivista (la postura que tengas), que derivará en la justicia social, la que hará que ese trabajo sea justo tanto para el propietario del capital como para el que ayuda a generar la riqueza de aquél. Un sistema que valorice el trabajo, no el ocio rentístico, un sistema humano.


Diego M. Flores Burgos

lunes, 4 de octubre de 2010

Hacia una actividad minera dentro del proyecto nacional y popular



El tratamiento legislativo de los proyectos en el Congreso Nacional tendientes a la regulación de la actividad humana en la zona de glaciares y periglaciares de la República Argentina, cuyo corolario ha sido la aprobación del proyecto confluente Filmus-Bonasso, ha generado un debate poco amplio en la sociedad sanjuanina, que incluye tópicos tales como minería si, minería no, desarrollo si, desarrollo no, federalismo y unitarismo y tal vez otras dualidades más.

Y digo debate poco amplio porque la manipulación de la información ha llevado la discusión maniquea, racional o no, a los extremos, a estas dualidades arriba mencionadas, que no hacen otra cosa que disfrazar o tapar las verdaderas intenciones de los intereses que están atrás de todo esto, así como también de impedir ver la posibilidad de un proyecto minero sustentable y alternativo.

La teoría de los dos demonios, de gran éxito en las sociedades conservadoras y que tienen algo que ocultar, se muestra así respecto de lo que rodea a la ley de glaciares:

Por un lado: El desarrollo, el federalismo, la producción, el trabajo; por el otro: La pobreza, el unitarismo porteño, el medioambientalismo extremo, el desempleo y la falta de oportunidades.

A fin de analizar y que cada uno pueda extraer sus conclusiones, realizaré un diagnóstico de situación y posteriormente propuestas en base a algunos postulados de un proyecto revolucionario, nacional, popular y latinoamericano, a mi humilde entender.

La primer postura, de amplia difusión por estos días en la provincia de San Juan, es de que la minería metalífera a cielo abierto brinda posibilidades de desarrollo, de generación de puestos de trabajo para sanjuaninos, de la utilización de nuestros recursos antes inactivos, de que la provincia hoy está mejor que nunca gracias al desarrollo minero, la “industria” minera, etc.

Industria y desarrollo
Para precisar términos, la actividad minera es una actividad extractiva de materias primas (minerales) y como tal, actividad primaria. Como sabemos, en todo el mundo las actividades primarias no brindan un desarrollo económico en términos macroeconómicos sustentable (solamente y con variantes, a los propietarios privados de estos recursos). Con mayor razón, recursos naturales no renovables.

La única actividad de incorporación de valor agregado es la fundición en lingotes de doré (mezcla de diversos minerales: oro, plata, platino, etc), los que se transforman finalmente fuera del territorio argentino.

Generación de trabajo
La segunda bandera que lleva la “minería si” es la de la generación del trabajo. Lo cual es bastante cierto, en una provincia sin muchas oportunidades laborales en el sector privado, la actividad minera metalífera a cielo abierto ha sido una gran oportunidad y esperanza para muchos ciudadanos argentinos, especialmente de los sectores más cercanos (o ya) en la franja de la exclusión.

Hasta aquí bien. Pero no suficiente. El salario de los trabajadores en las explotaciones mineras a cielo abierto se ha mantenido con muy pocas variantes desde 2003, cuando el valor de la onza troy era de U$S350 (los costos del proyecto veladero están calculados en base a U$S 155 la onza). Hoy, comienzos de octubre de 2010, esta ya alcanza un valor de U$S1316 (3/10). La ganancia extraordinaria no ha sido para nuestros comprovincianos, que arriesgan sus vidas en la altura y el frío, viendo cada 15 días a sus familiares, por un ingreso que hoy es insuficiente e injusto.

Además, existe en el ámbito de las explotaciones mineras a cielo abierto una marcada discriminación e ilegalidad frente a la normativa de la Secretaría de Minería de la Nación, de equiparar los sueldos de los profesionales extranjeros con los de los argentinos.

Sucede pues, que los ingenieros, geólogos, etc, que provienen de distintas partes del mundo reciben su remuneración en base a la categoría de “seniors”, en dólares estadounidenses (U$S), en tanto que los profesionales sanjuaninos y argentinos son categorizados como “juniors”, percibiendo una remuneración nominal equivalente, pero en valor pesos argentinos (por ejemplo, un extranjero percibe U$S 5000 y por el mismo trabajo, o más, el argentino recibe $5000, es decir, 1265 dólares).

No solamente eso, debido a que los profesionales extranjeros no tienen título habilitante en el país, por lo que debieran hacer el procedimiento de revalidación de títulos, las firmas de los trámites y procedimientos oficiales están a cargo de los ingenieros “juniors” argentinos, haciéndolos responsables de lo malo o erróneo y dejándolos al margen de lo exitoso.

Otro aspecto importante de la generación de puestos de trabajo es la procedencia de las empresas que emplearán trabajadores sanjuaninos.

En la DIA (Declaración de Impacto Ambiental), se establece que los proveedores de las empresas que realizan la explotación minera metalífera a cielo abierto deben ser de la provincia de San Juan. En caso de que los productos o servicios requeridos no se encuentren en nuestra provincia, deben ser adquiridos en el resto del territorio nacional. Si allí tampoco se encontrasen, se debe recurrir a la región latinoamericana y en última instancia, a los proveedores del resto del mundo.

Hoy no sucede así. Muchos bienes y servicios son contratados directamente del exterior, pudiéndose adquirir en San Juan. De allí los conflictos que han tenido los proveedores mineros (CASEMI) con la forma en que se realiza la comercialización de bienes y servicios por parte de la empresa Barrick S.A. Y en último término, es trabajo sanjuanino el que no se logra.

Participación de la comunidad
Minería sustentable: ese lema es una falacia si no se manifiesta en la práctica con información ni participación popular. Y no me refiero con eso a las críticas de la Cámara Minera de San Juan de que hace falta mayor comunicación institucional (léase: marketing) por parte de las empresas mineras metalíferas. Se trata de información científica lo más objetivamente posible divulgada, de las situaciones de los distintos sectores de la comunidad que ven influidos sus intereses por la actividad: productores agrícolas, proveedores mineros, universidad, empresas explotadoras de los recursos, etc.

Además, la participación popular, ya sea directa o por medio de las autoridades gubernamentales, en lo que respecta al uso de los recursos naturales no renovables, al control medioambiental, a la fiscalización de los pesos del material (boca mina) por el cual se liquidan posteriormente las regalías, etc.

La comunidad tampoco dispone de instancias participativas para conocer, debatir las posibilidades futuras de los yacimientos una vez agotada la producción. Alguna alternativa a dejar un agujero 500……….mts en la montaña? El pueblo, la comunidad debe estar involucrada a fin de establecer que sucederá cuando la explotación finalice dentro de 14 años se extraigan las más de 11 millones de onzas de oro y 169 millones de plata.

Ingresos
La actividad minera metalífera a cielo abierto le deja en concepto de regalías a la provincia de San Juan el 3% del material pesado a boca, no por lingote de material doré. La actividad deja además, a las arcas del Estado Nacional, el 5% de retenciones a las exportaciones, recursos coparticipables.

El 3% representa hoy 97 millones de pesos (aprox. 24,5 mill U$S entre Veladero y Gualcamayo, Diario de Cuyo 24/9), siendo el 3% del total de ingresos de la provincia de San Juan. Los mayores ingresos provienen de la coparticipación nacional (65 al 75 %).

Nuestra provincia, como ocurre con el país, hasta tanto no transforme su estructura productiva, no transforme su producción primaria y no industrialice sus recursos a través de empresas nacionales (PyMES preferentemente), no tendrá la posibilidad de agregar valor a las cadenas de producción, condición necesaria para la distribución de la riqueza y el desarrollo económico, base de los demás tipos de desarrollo.

Minería no
El proyecto nacional, popular y latinoamericano es un proyecto basado en el trabajo y la justicia social. El Yrigoyenismo y el Peronismo dieron muestra de ello, favoreciendo el desarrollo de las industrias estratégicas estatales y la actividad privada. El hombre se desarrolla mediante el trabajo. Es el capital productivo, no así la especulación financiera, la que permite generar riqueza y posteriormente, solo después, redistribuirla.

Por esto mismo es que es incompatible un modelo nacional y popular con la no explotación de los recursos que se dispone. Máxime, teniendo en cuenta la necesidad de generar trabajo para sectores excluidos o al borde y posibilidades materiales reales.

Federalismo
Desde 1853 los recursos naturales correspondieron a la administración del Estado Nacional. Solamente desde 1994 las provincias disponen de la capacidad de administrar sus recursos según la conveniencia de la misma. Esto, aparentemente positivo debido al supuesto federalismo, trae aparejado que pequeñas provincias como San Juan, La Rioja o Catamarca deban negociar con empresas transnacionales, generalmente negociando a la baja. Otro problema es la imposibilidad de realizar una planificación nacional de los recursos estratégicos, renovables o no de que dispone el territorio nacional. Sin planificación, no pueden haber objetivos claros alcanzables.

Conclusión
Frente a este maniqueísmo dogmático en el que la provincia de San Juan ha caído, queremos, quienes nos ubicamos en el proyecto político de la independencia económica, la soberanía política, la justicia social y la integración latinoamericana, rescatar que existen proyectos alternativos. Proyectos que deben materializarse en base a la construcción de consensos por parte de los distintos sectores de la sociedad, frente al tema de la minería metalífera a cielo abierto. Empresas mineras, trabajadores mineros, ambientalistas, productores agropecuarios y todos los sectores de la sociedad deben ser parte de un proyecto de desarrollo que incluya el minero, cediendo y avanzando en virtud del bienestar o beneficio de la mayor cantidad de sectores.



Diego M. Flores Burgos
Encuentro Nacional
Popular y Latinoamericano
San Juan



domingo, 3 de octubre de 2010

La muerte de Néstor Kirchner no sólo afecto al Pueblo argentino


Y no me refiero a los afectuosos pésames que se recibieron de mandatarios representantes de otros países latinoamericanos, donde el ex presidente de los argentinos supo sembrar muy bien el afecto y las ideas que en vida y después de ella recogió, como de otras partes del mundo. Me refiero a lo que no es el pueblo argentino.

El pueblo argentino es el obrero, el desocupado, el trabajador técnico, el profesional liberal, el cuentapropista, el pequeño y mediano productor empresario y comerciante, el científico, el intelectual, el pobre, el estudiante, el militante social. Y lo que no es pueblo es la Gran Burguesía Financiera Transnacional (en adelante GBFT) articulada a través de su red nacional. Ésta también lloró por la muerte de Néstor Kirchner.

Y no porque en el fondo del corazón de quienes operan para la GBFT hubiera residido algún aprecio o cariño humanista. Sino porque su muerte generó lo que más teme este sector de poder: Un hecho político.

Un hecho político no es algún evento melodramático del acontecer diario. Es un evento que genera y moviliza al debate, a la discusión, a la reflexión de la coyuntura y la estructura. Y en el mundo neoliberal que todavía se resiste a morir, pese a que en Europa están probando recetas que sabemos que llevarán a sus pueblos al fracaso, desde mediados de 1970 en la Argentina y en el mundo subdesarollado y desarrollado, la discusión política queda relegada a la neutralidad de la econometría (matemática financiera macroeconómica) y no al necesario debate de la economía política, de los proyectos políticos en disputa, del lugar que ocupamos en ellos.

Los partidos políticos, en crisis desde la irrupción del neoliberalismo en Argentina, dejaron de formar y generar debate hacia adentro y hacia afuera. El conocimiento estratégico de la estructura económica y política que brindaba su más fuerte base científica en el materialismo dialéctico, fue censurado, tergiversado y llevado a la manipulación por los técnicos servidores del sistema, los intelectuales orgánicos del neoliberalismo.

La muerte de un referente del proyecto nacional, popular y latinoamericano, pasa a dar vida: Vida a la discusión, a la reflexión, al debate de proyectos e ideas entre partidarios y extrapartidarios, entre el pueblo. Y esa es el arma que, generalizada, pone en jaque al proyecto del imperialismo central y la dependencia periférica.

Tenemos la oportunidad histórica de recoger el guante, generar y participar en espacios de formación, debate, reflexión y difusión popular. Solo el conocimiento y la reflexión de los proyectos y procesos nos hará libres, nos dará la libertad que nuestros pueblos necesitan y vienen buscando desde hace más de 200 años.


Diego M. Flores Burgos
Encuentro Nacional Popular y Latinoamericano – San Juan

jueves, 9 de septiembre de 2010

Reflexiones sobre el Congreso del Bicentenario, Nacional, Popular y Latinoamericano


Lo acontecido en la ciudad de La Plata el 4 de septiembre pasado, no es casual. Ni está determinado. Es fruto de un proceso que se viene gestando en las bases del pueblo argentino y latinoamericano.

Es el fruto de un proceso que se inicia con el acceso de las clases medias al poder y de la reforma universitaria en la época Irigoyenista; la industrialización por sustitución de importaciones, el acceso de los trabajadores al poder, la ampliación de los derechos sociales y el proyecto de libertad económica y política del gobierno Peronista. Los intentos de esa oligarquía colonial que no quería desaparecer, destruyendo todo proyecto político del signo político que fuere, que implicara el desarrollo autónomo y la participación de las mayorías en las decisiones públicas.

Este proceso sigue con la destrucción física de 30.000 compañeros, cuadros políticos, que se llevaron consigo el tránsito hacia un país más libre y más justo. El retorno a la democracia, aún con miedos. La destrucción de la militancia política a través de los medios de comunicación, quienes proclamaban la nueva era, el fin de la historia y de la política, la que ahora sería conducida por los partidos de comercialización de candidatos.

Continúa con la reconstrucción de la militancia a través de los movimientos sociales y políticos a mediados de los años noventa y el fin de la fiesta neoliberal en 2001.

Desde 2003 en adelante, el proceso de reversión de los magros niveles de participación social. Los movimientos sociales y políticos dejan de ser vistos como agrupaciones políticas marginales. Ganan espacios en sus respectivos territorios, se hacen respetar por las estructuras políticas partidarias conservadoras y tradicionales. Son un nuevo canal de participación que reúne lo disperso, incorpora lo excluido, le da un nuevo sentido a la política, o recupera el que una vez tuvo.

Este Congreso cumplió con ese proceso histórico. Fue un lugar de reunión de organizaciones sociales, de técnicos, obreros, profesionales, gente de la producción y la pequeña y mediana empresa. La totalidad del campo popular estuvo representada allí, en los foros de educación, comunicación, cultura e identidad, salud, trabajo, producción agroalimentaria, economía e industrias estratégicas.

Los movimientos sociales están tomando un nuevo rol en la política: el de incluir a los sectores que, por diversos motivos, hoy están fuera de la política, que no pueden hacer escuchar su voz, sus problemas, sus propuestas, sus ideas.

En San Juan también está sucediendo. Frente a las dificultades para acceder, para participar. Frente a la burocracia y a las oligarquías partidarias, la participación de los movimientos políticos es la base de un proyecto de país que acompaña propuestas estructurales como las que han sido la estatización de las AFJP, la ley de medios audiovisuales y la asignación universal por hijo.

El Encuentro Nacional, Popular y Latinoamericano (ENPL) es un espacio nuevo en San Juan. Es un espacio de debate, participación, construcción y afianzamiento de un proyecto político en base a las necesidades particulares de cada sector, productivo, económico, profesional, sindical, etc., que en nuestra provincia siempre disputa sus intereses sectoriales de manera aislada, sin contemplarlas en un plan o proyecto integral sanjuanino, argentino y latinoamericano.

Este Congreso ha servido para darnos cuenta que, lejos de la salida individualista, es lo colectivo lo que nos permitirá alcanzar un proyecto económico-político-social sustentable para toda la sociedad, en el marco de la ampliación los derechos, la libertad política y la independencia económica, dirigido por el sector que genera la riqueza: el trabajador. La conciencia social de que los problemas sectoriales son problemas de toda la sociedad y que por ende, deben ser tratados en base a la participación y la movilización de todos los sectores sociales.


Diego M. Flores Burgos