lunes, 4 de octubre de 2010

Hacia una actividad minera dentro del proyecto nacional y popular



El tratamiento legislativo de los proyectos en el Congreso Nacional tendientes a la regulación de la actividad humana en la zona de glaciares y periglaciares de la República Argentina, cuyo corolario ha sido la aprobación del proyecto confluente Filmus-Bonasso, ha generado un debate poco amplio en la sociedad sanjuanina, que incluye tópicos tales como minería si, minería no, desarrollo si, desarrollo no, federalismo y unitarismo y tal vez otras dualidades más.

Y digo debate poco amplio porque la manipulación de la información ha llevado la discusión maniquea, racional o no, a los extremos, a estas dualidades arriba mencionadas, que no hacen otra cosa que disfrazar o tapar las verdaderas intenciones de los intereses que están atrás de todo esto, así como también de impedir ver la posibilidad de un proyecto minero sustentable y alternativo.

La teoría de los dos demonios, de gran éxito en las sociedades conservadoras y que tienen algo que ocultar, se muestra así respecto de lo que rodea a la ley de glaciares:

Por un lado: El desarrollo, el federalismo, la producción, el trabajo; por el otro: La pobreza, el unitarismo porteño, el medioambientalismo extremo, el desempleo y la falta de oportunidades.

A fin de analizar y que cada uno pueda extraer sus conclusiones, realizaré un diagnóstico de situación y posteriormente propuestas en base a algunos postulados de un proyecto revolucionario, nacional, popular y latinoamericano, a mi humilde entender.

La primer postura, de amplia difusión por estos días en la provincia de San Juan, es de que la minería metalífera a cielo abierto brinda posibilidades de desarrollo, de generación de puestos de trabajo para sanjuaninos, de la utilización de nuestros recursos antes inactivos, de que la provincia hoy está mejor que nunca gracias al desarrollo minero, la “industria” minera, etc.

Industria y desarrollo
Para precisar términos, la actividad minera es una actividad extractiva de materias primas (minerales) y como tal, actividad primaria. Como sabemos, en todo el mundo las actividades primarias no brindan un desarrollo económico en términos macroeconómicos sustentable (solamente y con variantes, a los propietarios privados de estos recursos). Con mayor razón, recursos naturales no renovables.

La única actividad de incorporación de valor agregado es la fundición en lingotes de doré (mezcla de diversos minerales: oro, plata, platino, etc), los que se transforman finalmente fuera del territorio argentino.

Generación de trabajo
La segunda bandera que lleva la “minería si” es la de la generación del trabajo. Lo cual es bastante cierto, en una provincia sin muchas oportunidades laborales en el sector privado, la actividad minera metalífera a cielo abierto ha sido una gran oportunidad y esperanza para muchos ciudadanos argentinos, especialmente de los sectores más cercanos (o ya) en la franja de la exclusión.

Hasta aquí bien. Pero no suficiente. El salario de los trabajadores en las explotaciones mineras a cielo abierto se ha mantenido con muy pocas variantes desde 2003, cuando el valor de la onza troy era de U$S350 (los costos del proyecto veladero están calculados en base a U$S 155 la onza). Hoy, comienzos de octubre de 2010, esta ya alcanza un valor de U$S1316 (3/10). La ganancia extraordinaria no ha sido para nuestros comprovincianos, que arriesgan sus vidas en la altura y el frío, viendo cada 15 días a sus familiares, por un ingreso que hoy es insuficiente e injusto.

Además, existe en el ámbito de las explotaciones mineras a cielo abierto una marcada discriminación e ilegalidad frente a la normativa de la Secretaría de Minería de la Nación, de equiparar los sueldos de los profesionales extranjeros con los de los argentinos.

Sucede pues, que los ingenieros, geólogos, etc, que provienen de distintas partes del mundo reciben su remuneración en base a la categoría de “seniors”, en dólares estadounidenses (U$S), en tanto que los profesionales sanjuaninos y argentinos son categorizados como “juniors”, percibiendo una remuneración nominal equivalente, pero en valor pesos argentinos (por ejemplo, un extranjero percibe U$S 5000 y por el mismo trabajo, o más, el argentino recibe $5000, es decir, 1265 dólares).

No solamente eso, debido a que los profesionales extranjeros no tienen título habilitante en el país, por lo que debieran hacer el procedimiento de revalidación de títulos, las firmas de los trámites y procedimientos oficiales están a cargo de los ingenieros “juniors” argentinos, haciéndolos responsables de lo malo o erróneo y dejándolos al margen de lo exitoso.

Otro aspecto importante de la generación de puestos de trabajo es la procedencia de las empresas que emplearán trabajadores sanjuaninos.

En la DIA (Declaración de Impacto Ambiental), se establece que los proveedores de las empresas que realizan la explotación minera metalífera a cielo abierto deben ser de la provincia de San Juan. En caso de que los productos o servicios requeridos no se encuentren en nuestra provincia, deben ser adquiridos en el resto del territorio nacional. Si allí tampoco se encontrasen, se debe recurrir a la región latinoamericana y en última instancia, a los proveedores del resto del mundo.

Hoy no sucede así. Muchos bienes y servicios son contratados directamente del exterior, pudiéndose adquirir en San Juan. De allí los conflictos que han tenido los proveedores mineros (CASEMI) con la forma en que se realiza la comercialización de bienes y servicios por parte de la empresa Barrick S.A. Y en último término, es trabajo sanjuanino el que no se logra.

Participación de la comunidad
Minería sustentable: ese lema es una falacia si no se manifiesta en la práctica con información ni participación popular. Y no me refiero con eso a las críticas de la Cámara Minera de San Juan de que hace falta mayor comunicación institucional (léase: marketing) por parte de las empresas mineras metalíferas. Se trata de información científica lo más objetivamente posible divulgada, de las situaciones de los distintos sectores de la comunidad que ven influidos sus intereses por la actividad: productores agrícolas, proveedores mineros, universidad, empresas explotadoras de los recursos, etc.

Además, la participación popular, ya sea directa o por medio de las autoridades gubernamentales, en lo que respecta al uso de los recursos naturales no renovables, al control medioambiental, a la fiscalización de los pesos del material (boca mina) por el cual se liquidan posteriormente las regalías, etc.

La comunidad tampoco dispone de instancias participativas para conocer, debatir las posibilidades futuras de los yacimientos una vez agotada la producción. Alguna alternativa a dejar un agujero 500……….mts en la montaña? El pueblo, la comunidad debe estar involucrada a fin de establecer que sucederá cuando la explotación finalice dentro de 14 años se extraigan las más de 11 millones de onzas de oro y 169 millones de plata.

Ingresos
La actividad minera metalífera a cielo abierto le deja en concepto de regalías a la provincia de San Juan el 3% del material pesado a boca, no por lingote de material doré. La actividad deja además, a las arcas del Estado Nacional, el 5% de retenciones a las exportaciones, recursos coparticipables.

El 3% representa hoy 97 millones de pesos (aprox. 24,5 mill U$S entre Veladero y Gualcamayo, Diario de Cuyo 24/9), siendo el 3% del total de ingresos de la provincia de San Juan. Los mayores ingresos provienen de la coparticipación nacional (65 al 75 %).

Nuestra provincia, como ocurre con el país, hasta tanto no transforme su estructura productiva, no transforme su producción primaria y no industrialice sus recursos a través de empresas nacionales (PyMES preferentemente), no tendrá la posibilidad de agregar valor a las cadenas de producción, condición necesaria para la distribución de la riqueza y el desarrollo económico, base de los demás tipos de desarrollo.

Minería no
El proyecto nacional, popular y latinoamericano es un proyecto basado en el trabajo y la justicia social. El Yrigoyenismo y el Peronismo dieron muestra de ello, favoreciendo el desarrollo de las industrias estratégicas estatales y la actividad privada. El hombre se desarrolla mediante el trabajo. Es el capital productivo, no así la especulación financiera, la que permite generar riqueza y posteriormente, solo después, redistribuirla.

Por esto mismo es que es incompatible un modelo nacional y popular con la no explotación de los recursos que se dispone. Máxime, teniendo en cuenta la necesidad de generar trabajo para sectores excluidos o al borde y posibilidades materiales reales.

Federalismo
Desde 1853 los recursos naturales correspondieron a la administración del Estado Nacional. Solamente desde 1994 las provincias disponen de la capacidad de administrar sus recursos según la conveniencia de la misma. Esto, aparentemente positivo debido al supuesto federalismo, trae aparejado que pequeñas provincias como San Juan, La Rioja o Catamarca deban negociar con empresas transnacionales, generalmente negociando a la baja. Otro problema es la imposibilidad de realizar una planificación nacional de los recursos estratégicos, renovables o no de que dispone el territorio nacional. Sin planificación, no pueden haber objetivos claros alcanzables.

Conclusión
Frente a este maniqueísmo dogmático en el que la provincia de San Juan ha caído, queremos, quienes nos ubicamos en el proyecto político de la independencia económica, la soberanía política, la justicia social y la integración latinoamericana, rescatar que existen proyectos alternativos. Proyectos que deben materializarse en base a la construcción de consensos por parte de los distintos sectores de la sociedad, frente al tema de la minería metalífera a cielo abierto. Empresas mineras, trabajadores mineros, ambientalistas, productores agropecuarios y todos los sectores de la sociedad deben ser parte de un proyecto de desarrollo que incluya el minero, cediendo y avanzando en virtud del bienestar o beneficio de la mayor cantidad de sectores.



Diego M. Flores Burgos
Encuentro Nacional
Popular y Latinoamericano
San Juan



domingo, 3 de octubre de 2010

La muerte de Néstor Kirchner no sólo afecto al Pueblo argentino


Y no me refiero a los afectuosos pésames que se recibieron de mandatarios representantes de otros países latinoamericanos, donde el ex presidente de los argentinos supo sembrar muy bien el afecto y las ideas que en vida y después de ella recogió, como de otras partes del mundo. Me refiero a lo que no es el pueblo argentino.

El pueblo argentino es el obrero, el desocupado, el trabajador técnico, el profesional liberal, el cuentapropista, el pequeño y mediano productor empresario y comerciante, el científico, el intelectual, el pobre, el estudiante, el militante social. Y lo que no es pueblo es la Gran Burguesía Financiera Transnacional (en adelante GBFT) articulada a través de su red nacional. Ésta también lloró por la muerte de Néstor Kirchner.

Y no porque en el fondo del corazón de quienes operan para la GBFT hubiera residido algún aprecio o cariño humanista. Sino porque su muerte generó lo que más teme este sector de poder: Un hecho político.

Un hecho político no es algún evento melodramático del acontecer diario. Es un evento que genera y moviliza al debate, a la discusión, a la reflexión de la coyuntura y la estructura. Y en el mundo neoliberal que todavía se resiste a morir, pese a que en Europa están probando recetas que sabemos que llevarán a sus pueblos al fracaso, desde mediados de 1970 en la Argentina y en el mundo subdesarollado y desarrollado, la discusión política queda relegada a la neutralidad de la econometría (matemática financiera macroeconómica) y no al necesario debate de la economía política, de los proyectos políticos en disputa, del lugar que ocupamos en ellos.

Los partidos políticos, en crisis desde la irrupción del neoliberalismo en Argentina, dejaron de formar y generar debate hacia adentro y hacia afuera. El conocimiento estratégico de la estructura económica y política que brindaba su más fuerte base científica en el materialismo dialéctico, fue censurado, tergiversado y llevado a la manipulación por los técnicos servidores del sistema, los intelectuales orgánicos del neoliberalismo.

La muerte de un referente del proyecto nacional, popular y latinoamericano, pasa a dar vida: Vida a la discusión, a la reflexión, al debate de proyectos e ideas entre partidarios y extrapartidarios, entre el pueblo. Y esa es el arma que, generalizada, pone en jaque al proyecto del imperialismo central y la dependencia periférica.

Tenemos la oportunidad histórica de recoger el guante, generar y participar en espacios de formación, debate, reflexión y difusión popular. Solo el conocimiento y la reflexión de los proyectos y procesos nos hará libres, nos dará la libertad que nuestros pueblos necesitan y vienen buscando desde hace más de 200 años.


Diego M. Flores Burgos
Encuentro Nacional Popular y Latinoamericano – San Juan