viernes, 28 de diciembre de 2007

La distribución de los cargos políticos


Con el correr de los días, más y más son los conocidos míos que, afligidos y consternados, me comentan sobre la forma en que sus líderes políticos, aquellos personajes para los que trabajaron, algunos arduamente, en la campaña política y que asumieron por el voto popular hace unas semanas, disponen libremente y sin escrúpulos de ningún tipo, el destino de los distintos cargos políticos que, juntamente con los cargos electivos, se han obtenido.

El botín de todo proceso eleccionario son los cargos. Lo principal es el cargo electivo, gobernador, diputado, intendente, concejal. Pero el botín no se agota ahí. Cada cargo electivo conlleva, de acuerdo a su naturaleza, una cantidad variable de cargos políticos que, en algunos casos, son necesarios para el desempeño de la tarea política.

Sea como fuere y la interpretación que se le quiera dar a los cargos políticos, lo más lógico y racional es que sean distribuidos, como todo botín de guerra, entre los que participaron de la pelea electoral. Una suerte de mix que engloba participación, competencia y compromiso, sumado a la idoneidad moral o ética y convicciones políticas, como así también trayectoria, debe ser tenido en cuenta al momento de la distribución.

Si bien nuestro país recuperó la democracia hace 25 años, los partidos políticos todavía no la consiguen. Se manejan como tribus o clanes en donde uno, ya sea por carisma o tradición, ha logrado llegar a la cúspide del poder en un determinado segmento político (conglomerado territorial y poblacional de competencia exclusiva), ya sea un municipio o la provincia.

En cada segmento político, su líder dispone libremente de la suerte de quienes lo acompañaron en la campaña electoral, de aquellos quienes dejaron de atender su familia, su trabajo y/o su tiempo personal para ayudar a otro, a un tercero, a que arribe a un cargo público electivo, que, en una provincia pobre como la nuestra, con un débil sector privado, es un buen trabajo.

Con ese absolutismo con que los líderes de esos segmentos disponen de la ideología, la discusión política, el debate y la crítica sumado al temor o cobardía de muchos militantes, se crea el caldo de cultivo propicio para que las medidas del líder no tengan discusión y no encuentren ningún obstáculo.

Así las cosas, no es de extrañar, pues, que los cargos políticos sean para personas que los militantes no conocen, para la amante de, para el hijo, esposa, cuñado, yerno, etc. Estos últimos casos seguramente se dan por aquellos a quienes les cuesta despegarse de la familia.

Sea como fuere, este tipo de actitudes que se dan a todos los niveles accesibles desde un partido político y que disponen arbitrariamente de cargos, ya sea de legislador nacional o provincial, gobernador, intendentes, concejales, funcionarios, hasta contratados, lo único que genera, a largo plazo, a parte del enriquecimiento de alguno de estos, es la destrucción de la militancia.

Pues quienes, como dije arriba, han trabajado por un proyecto político, han invertido tiempo y/o dinero propio, han dejado de lado sus tareas cotidianas, sufren este tipo de injusticias, de la que en parte ellos también son responsables. Responsables en parte, del círculo vicioso de la vieja política, que se conforma con escasa participación, dominación económico-carismático-tradicional, uso arbitrario del poder político y se completa nuevamente con escasa participación.

Y es que incluso quienes han trabajado, no digamos siguiendo un ideal político o convicciones ideológicas sino simplemente un interés puramente material, tienen el mismo derecho de participar en la distribución de cargos, y el mismo derecho de indignarse ante su arbitraria dispendia. Porque acaso no se lo merecen? Acaso no se lo han ganado? Podríamos decir que no son víctimas de una injusticia?

Este tipo de actitudes de vieja política termina desalentando la participación y el compromiso, que trae nefastas consecuencias para la política y para la sociedad.

Tal vez aquellos ajenos a las intrigas partidarias y a la participación política les pueda significar superficial y trivial este comentario. Pero quienes participan de la lucha política y conocen y comparten junto a otros militantes la vida política de un partido, no les es ajeno, incluso se sentirán identificados con estos problemas.

Además, como reza muy bien nuestra constitución, los partidos políticos son instituciones fundamentales para la democracia, para el acceso al poder de cualquiera que se sienta con convicciones y capacidad para hacerlo.

Por ello, debemos trabajar mancomunadamente para la construcción de verdaderos espacios democráticos en los partidos políticos de San Juan y de la Argentina, de manera que construyamos una sociedad plural y un gobierno que responda fielmente a la soberanía popular.

“La democracia en los partidos políticos se comprueba en el momento de la distribución de los cargos electivos y políticos”.

Diego M. Flores Burgos

martes, 11 de diciembre de 2007

Profesionales de la UNSJ: Intelectuales y/o Técnicos?


Últimamente se están dando en el seno de nuestra universidad pública, lamentables casos, por parte de profesionales de la misma, que rozan lo delictivo o que ingresan en ese campo.

Casos que, de todas maneras, no son los apropiados ni convenientes para una institución educativa y formativa que tiene importantes responsabilidades frente a la comunidad sanjuanina, incluso patrimoniales, como ser el ente de resguardo de piezas paleontológicas y arqueológicas, a la que el Estado, institución del pueblo sanjuanino, a confiado.

Es de esperar que en los altos centros de formación, donde se tienen las herramientas para lograr tener otra perspectiva del mundo, distinguir entre el ver y el mirar, existan conflictos y luchas. Luchas entre quienes quieren lograr desde lo más banal, un cargo, hasta las más elevadas, la lucha por el prestigio y la autoridad científica e intelectual.

Por supuesto que se dan también situaciones antiéticas o delictivas como el robo de información, el plagio, etc., como en cualquier institución donde hay mucho en juego.

Pero que bajo es caer apropiándose de los bienes de la comunidad, abusando de los recursos del Estado, que son los recursos de todos, aprovechándose de la ignorancia de grandes masas populares, de la connivencia de la justicia y los órganos de control y de la complicidad cobarde de los pares.

Y esto último es lo más grave. Nuestra universidad no forma conciencias. No forma criterios. No educa en ideología. No ayuda a que sus miembros, principalmente los estudiantes, puedan desplegar potencialidades ocultas o dormidas. Sólo se dedica a impartir la educación europeo-estadounidense globalizada conductista, que si, forma profesionales, técnicos capacitados en sus respectivas áreas, pero no forma intelectuales.

No es lo mismo ser profesional que ser intelectual. El profesional es un técnico altamente capacitado en un área específica de la realidad. El intelectual pueden no ser profesional: Es aquella persona con una elevada inquietud en su vida, fruto de su curiosidad personal sobre las características y problemas del mundo que lo rodea, al que no le basta la superficialidad de la realidad mostrada por los medios de comunicación y busca más allá. Tiene un determinado y preciso criterio sobre temas de fondo. Y si no lo tiene, lo busca y no se siente tranquilo consigo mismo hasta que no lo encuentra.

En base al paradigma cultural neoliberal imperante, que tiene como enemigos al humanismo cristiano y a la racionalidad positiva, nuestra universidad se ve privada de la formación cultural y del progreso intelectual.

Disponemos de profesionales altamente calificados, que no tienen nada que envidiarle a sus pares extranjeros, principalmente de los países desarrollados. Pero son solo eso, técnicos especializados, no son intelectuales. No poseen capacidad crítica ni una moral social que les permita involucrarse en los temas que la sociedad requiere. Pues muchos si tienen capacidad crítica, la subsumen ante el interés individual (la situación socioeconómica favorece esto también) y hacen oídos sordos ante las necesidades y problemáticas que la comunidad pide a sus hijos, que son los que estudiaron en una universidad pública, sostenida por el esfuerzo de todos.

Y eso se da en todos los niveles, desde los estudiantes hasta las autoridades, pasando por los docentes.

Nada ha cambiado en nuestra sociedad sanjuanina desde que comenzó a funcionar su universidad pública hace más de 30 años. Y esto por el divorcio entre formación profesional y formación intelectual. Y si no se revierte esta situación, nada cambiará en los próximos 30 años.

La supuesta neutralidad de las técnicas, la ausencia de formación ideológica, la objetividad científica como base de todo y como modelo de vida del profesional, son campo fértil para la semillita del individualismo, del egoísmo, de la trivialidad y del conservadurismo.

La formación de los profesionales de la UNSJ no será nunca completa mientras no se contemple la otra pata, la cultural e intelectual. Cultura e intelectualidad, tal vez no se enseñen como currículas, pero se motivan y transmiten con actitudes y palabras.

Diego M. Flores Burgos

miércoles, 21 de noviembre de 2007

50/50 en minería


Anoche ví un programa local de TV en canal 11, partidario de la gran minería y del que lamentablemente no recuerdo el nombre. En él entrevistaban a personalidades involucradas en el tema minero. Entre ellos se encontraba el vocal del Instituto Provincial de Exploraciones y Explotaciones Mineras (IPEEM), el Ingeniero Ricardo Basualdo.

El Ingeniero Basualdo, comentando sobre el mal procedimiento que se realiza para la liquidación de las exiguas regalías que nuestra provincia percibe por entregar su oro, concluyó en la entrevista haciendo una expresión válida y lógica de deseo. Precisó que lo justo para nuestro pueblo y a lo que debería tender la legislación es a una participación igualitaria de las ganancias entre la empresa explotadora del recurso no renovable, el oro, y los propietarios de dicho recurso, el pueblo, la provincia.

Sostuvo el Sr. Basualdo, que la participación debería ser del 50 % para la empresa Barrick y 50 % para la provincia. Por supuesto, me imagino la cara, pues no la filmaron, de los otros entrevistados, pero supongo que debe haber sido la misma que de algunos políticos y empresarios que vieron el programa: La expresión “menos mal que nadie te va a hacer caso”.

Pero, pese a que mi sentimiento inicial fue el reverso de esa anterior frase, “lástima que nadie te va a hacer caso”, luego me alegré porque por fin escuché una voz que desde una institución de gobierno reclamaba por los intereses provinciales, ya bastante vapuleados ante el saqueo del que somos víctimas. Víctimas merecidas por nuestro silencio. Víctimas que se conforman con el 3% del valor del oro a boca de mina, menos los costos, y encima, mal liquidados, perdiendo, obviamente, la provincia, o sea, nosotros.

Esta no es solo una cuestión monetaria y ambientalista. Es también una asunto originario. Esta tierra no es nuestra. Somos meros administradores de ella. Lo fueron antes los huarpes, diaguitas, capayanes y yacampis que la habitaron, quienes en su simpleza, en la sencillez de su civilización, lograron comprender esto, que estamos solo de paso y somos los que debemos cuidar y perfeccionar la naturaleza que Dios, el Altísimo, el Señor, el gran arquitecto, el big bang o como sea, nos dio.

Algunos pueblos se han dado cuenta 500 años después de eso. Otros pueblos, entre los que nos encontramos, no se dan cuenta masivamente.

No esperemos hasta mañana para sufrir las consecuencias que los pueblos más avanzados hoy padecen por su soberbia frente a la naturaleza. Y ante la inevitabilidad (legal) de las riesgosas explotaciones auríferas, no nos demos por vencidos quienes no compartimos esta forma de beneficiar transnacionales. Luchemos por un justo reparto de nuestra riqueza no renovable que compense, entre otras cosas, esos cerros que ya nunca veremos, esos arroyos que desaparecerán y el oro que nunca tendremos.

Luchemos por, al menos, un 50/50. Es justicia.

Diego M. Flores Burgos

martes, 13 de noviembre de 2007

¡Que te calles tú!



Pues no nos debería sorprender que en esta época imperial, países que una vez fueron imperialistas en términos territoriales, y que hoy participan de este nuevo imperio global, busquen imponerse incluso en el uso verbal explícito. Es decir, con la mayor caradurez posible.

Y justamente, en el ámbito de esta Cumbre Iberoamericana, la dominación financiera global trató de imponerse nuevamente. Lo hace sin dudas, pero con un poco de inestabilidad en todo el mundo. Pero en ámbitos regionales como éste también trata de marcar el paso, hacer sentir su presencia.

El imperialismo mundial está perdiendo terreno en América Latina. Será que nuestros pueblos, que mantienen lazos de sangre y de sufrimiento, están empezando a despertar y a reclamar los derechos que les pertenecen.

Los cambios se están dando. Venezuela, de manera más íntegra. También en Nicaragua, Ecuador, Bolivia y muy tibiamente pero creciendo subrepticiamente, en Argentina.

El proceso de integración Latinoamericana, al que debemos tender por causas históricas, políticas, geográficas y etnográficas debe ser el tesoro más importante que nuestras almas guarden. Debe ser como las “joyas de la corona” de nuestros pueblos. La llave que nos permitirá encontrar, refundar o reafirmar nuestra identidad latinoamericana, según el caso de cada pueblo.

Somos nosotros, los hijos de esta tierra, los que conocemos sus problemas, sus estructuras, sus peculiaridades, su gente, sus potencialidades. Somos nosotros los que debemos disponer de nuestro destino. Muy mal nos va, ya desde hace 515 años, con este tipo de relación imperio-colonia, conquistador-sometidos, como para que sigamos igual.

Yo defiendo mis intereses, que son los intereses de mi pueblo, frente a los tuyos, que no son los de tu pueblo, sino de las empresas transnacionales que usan a tu pueblo. Por eso, cuando se trata de mis asuntos, que te calles tú!

Diego M. Flores Burgos

lunes, 12 de noviembre de 2007

EL PEOR ANALFABETO ES EL ANALFABETO POLÍTICO

POR BERTOLD BRETCH

"El peor analfabeto es el analfabeto político. El no oye, no habla, no participa de los acontecimientos políticos. El no sabe que el costo de vida, el precio del poroto, del pan, de la harina, del vestido, del zapato y de los remedios, dependen de decisiones políticas. El analfabeto político es tan burro que se enorgullece y ensancha el pecho diciendo que odia la política. No sabe que de su ignorancia política nace la prostituta, el menor abandonado y el peor de todos los bandidos que es el político corrupto, mequetrefe y lacayo de las empresas nacionales y multinacionales".

viernes, 28 de septiembre de 2007

Sanjuaninos categorizados



La única verdad es la realidad, reza un aforismo político. Pero a la realidad hay que verla más allá de los hechos para poder comprenderla de manera apropiada. Tenemos que ver más allá de lo aparente. Ver que encierran los hechos cotidianos. Porque la realidad es engañosa. Y ese engaño no es al azar.

Este lunes 27 fallecieron dos personas por causas más que evitables. Una mujer embarazada y su hijo en gestación. No fue porque una enfermedad, que tratada a tiempo hubiera salvado ambas vidas, como en muchos casos. Fue porque la ambulancia, como en muchos casos, no llegó nunca.

Ante este hecho lamentable, podemos hacer dos consideraciones:

1) El contrato entre el Estado sanjuanino y la empresa de ambulancias estipula que solamente se efectúan traslados ante emergencias en la vía pública, no en domicilios particulares.

Acaso esto es un error de los políticos de turno que dejaron librada a la buena de Dios la vida de aquellos que no tienen obra social o la suerte de sufrir una desgracia en la calle o la vereda?

No sanjuaninos, los políticos no se equivocan cuando hacen contratos. La primera ley de la patria contratista dice que los beneficios de cualquier empresa son directamente proporcionales a la comisión del político de turno que le da viabilidad a esa concesión.

Seguramente, en pocos días surgirá el debate público y con él la necesidad de resolver esta falencia en el servicio de las ambulancias, que devendrá en: otro nuevo contrato o renegociación que beneficiará a: alguna empresa privada.

Son las cosas del capitalismo, en todo el mundo el capital es auxiliado por el Estado.

2) Nuevamente queda demostrado que en San Juan, como en todo el mundo lamentablemente, la sociedad está dividida en clases bien diferenciadas, donde esta diferencia marca la vida o la muerte.

No es nuevo esto, claro. Lo triste es que hay mucha gente ingenua que cree que esto aquí no pasa.

Yo considero que en San Juan, aparte de la división económica de clases, existe una división territorial de clases. Tenemos tres clases territoriales en nuestra provincia. La primera, la más beneficiada, es la que vive entre las avenidas Alem, Libertador, Rioja y Córdoba. La segunda, la que vive entre las cuatro avenidas y la avenida de circunvalación, en countries y en algunos barrios especiales y la tercera, en todo el resto que queda afuera de las dos primeras.

No es ilógico lo que sucedió con estas dos vidas que se perdieron a causa de un negocio inconcluso. Es lógico si tenemos en cuenta que son de la clase territorial menos favorecida, como ya ocurrió antes y ocurre con la gente que se muere en las ambulancias viendo de Jáchal, Calingasta o Bermejo.

Esta concentración en la zona céntrica de todas las actividades que hacen a la vida de los sanjuaninos nos muestra el poco interés de los políticos y funcionarios por los que viven fuera del gran San Juan. Ejemplo: se está construyendo el hospital más grande de Cuyo, pero los enfermos vienen y seguirán viniendo de todas partes para atenderse en el Rawson, porque en sus localidades no tienen unidades sanitarias preparadas ni siquiera para pequeñeces.

Dicen los conservadores, que el Estado tiene dos funciones primordiales que atender: La justicia y la seguridad. Los menos conservadores: la salud y la educación. Otros pensamos que el Estado debe intervenir y regular todas las actividades que posibiliten una mejor calidad de vida para todos los miembros de la comunidad.

Este tipo de divisiones clasistas no debemos permitirlas. El hombre es un ser racional, que debe perfeccionar la naturaleza y no destruirla. Para quienes piensan que las clases sociales son fenómenos naturales, les replico que es obligación del hombre su superación, ya que estamos intelectualmente preparados para ello. Solo es cuestión de voluntad, de querer luchar por una sociedad más justa e igualitaria, superando pobreza y exclusión.

Sanjuaninos, hechos tristes y lamentables como este deben motivar nuestra solidaridad y caridad para con quienes la pasan mal o sufren injusticias. Nuestra meta debe ser que el hombre viva bien, que su bienestar material favorezca la perfección de su faz inmaterial. Nuestra caridad y solidaridad se deben transformar en justicia social. Y esta en acción.

Diego M. Flores Burgos

jueves, 20 de septiembre de 2007

EL ROL DEL LICENCIADO EN CIENCIAS POLÍTICAS EN EL ESTADO Y LA SOCIEDAD




Sociedad, vanguardia y futuro

La sociedad

Año 2007. San Juan, Argentina. La nuestra es una sociedad tranquila, sin mucho barullo, sin grandes protestas sociales, sin grandes manifestaciones, sin revoluciones, sin cambios. Una sociedad tranquila, cuya paz se altera es alterada solamente por hechos que hacen a la inseguridad. La sanjuanina es una sociedad tranquila, demasiado tranquila. Una sociedad que podríamos considerarla como la sociedad del contrato social de Hobbes en su aspecto delegativo, ya que sus miembros ceden sus derechos de autogobierno al soberano absoluto. De esta manera se desentienden de los asuntos públicos y se dedican a sus gestiones privadas, dejándole a uno o a unos el manejo de aquellos. La vida pasa por el trabajo, la familia y el bienestar personal. Lejos quedó la preocupación por la cosa pública.

La mayoría de la población no está interesada en la política, salvo que se pueda lograr algún beneficio material inmediato. Al ciudadano medio no le importa quien gobierna, como gobierna, que ideología profesa, si es honesto, si es capaz. Solo le interesa que brinde las condiciones que posibiliten su bienestar material.

Lo esencial de esta vida hoy es, sobrevivir. Sea como sea. Lo mejor es el trabajo en el Estado. Es lo más seguro. Nuestra provincia es pobre, su economía desarticulada y subdesarrollada, no hay campo para quienes tienen una formación relativamente alta. No hay otra opción.

Los siete años de represión física e ideológica, sumados a los diez de individualismo posesivo han llevado a la transformación de la sociedad. Ahora somos más tranquilos que antes. Sumisos. No porque, como ocurre en los países desarrollados, todas las necesidades materiales están satisfechas, al menos para la mayor parte de la población, por lo que no es necesaria la revolución: la desilusión de Marx. Somos así porque somos fruto de años de manipulación y control. Somos lo que somos porque somos hijos de la represión y del materialismo. Del miedo y del egoísmo. Todas nuestras acciones están referenciadas a esos dos “valores” que guían nuestro accionar, transversalizan nuestras actividades cotidianas y nuestras opciones más complejas y muchas veces nos conducen a la pérdida de la dignidad y del honor personal.

Somos una comunidad organizada, mejor dicho, una comunidad digitada por intereses que no son los de esta comunidad. Intereses que responden a la economía transnacionalizada y a la cultura macdonaldizada. Los políticos son los gestores locales, talvez haya alguno contra la corriente, talvez.

Subdesarrollada. Pobre. Ignorante. Sumisa. Sometida. Esa es nuestra sociedad. Al final, tranquila.

La vanguardia


No hay tiempo que perder. El profesional, el altamente capacitado, debe insertarse como sea y donde sea a fin de lograr la ansiada seguridad económica. No hay tiempo para pensar en ideologías o utopías. Tampoco conviene, pues podríamos entusiasmarnos y este entusiasmo nos llevaría a caer en la cuenta que el propio sistema en el que buscamos nuestra seguridad económica se contrapone con nuestros principios, generándonos un conflicto axiológico. Además, lo más importante: el perseguir una ideología o ciertos valores políticos pueden poner en riesgo nuestras posibilidades de inserción profesional.

Asimismo la historia nos enseña lo que el “exceso de ideología” puede hacer. Puede llevar al destierro, a la muerte y a la desaparición. A cualquiera, ya sean próceres o desconocidos. Ya sea San Martín, Alem o un militante universitario o gremial de los ‘70. La historia enseña.

Por suerte ya no vivimos en esas épocas en que ir tras una utopía ponía en riesgos nuestras vidas. O tal vez sí, si lo vemos desde el punto de vista económico. En la sociedad actual, quedar fuera del sistema económico es como morirse, no existir.

Peronista o Radical, zurdo o conservador, demócrata o represor, montonero o guardia de hierro, igual da. Irrelevante es pensar en el origen de los gobernantes. Pareciera que los políticos solo existen en nuestras mentes desde el momento en que escuchamos por primera vez sus nombres. La ideología es cosa de ilusos, o de demagogos. Los políticos son los encargados de la cosa pública, de los asuntos sucios. Ese sucio mundo de la política.

Las ideologías ya no tienen sentido. Ahora el asunto es la gestión. ¿Corrupción? ¿Excesos? ¿Arbitrariedad? Fallas del sistema.

El politólogo

Nosotros los técnicos no debemos inmiscuirnos en ese sucio mundo. Tan solo debemos actuar con la mayor objetividad posible. Sin valores. Sin ideología. Sin compromisos sociales. Así nos preparan. Es el reino de la tecnocracia avalorativa, neutra y eficiente. Nosotros somos profesionales. El discurso es para los políticos.

El politólogo es un profesional dedicado a la asistencia en la toma de decisiones. Aunque en algunos la teoría política y una cuota de sensibilidad social presionan. Está todo bien, pero ¿está todo bien? ¿Es acaso la paz de los cementerios es una paz valedera?

Basta. Basta de distanciamiento y avaloración. El politólogo es más que un asesor. Es el verdadero político en potencia. Es teoría y práctica, es ideología y praxis.

En los tiempos que corren, apolíticos, insensibles e individualistas, el politólogo puede y debe ser como Prometeo, que robó el fuego de Zeus. El politólogo lleva el fuego de la sabiduría. Esa sabiduría que ha robado a los poderosos y que, como el fuego de Prometeo, debe llegar a todos los hombres; debe servir para iluminar al pueblo, para educar al soberano. Para que la nuestra sea una sociedad dinámica aunque ruidosa, y no tranquila aunque sumisa. Una sociedad justa, que controle su destino y elija su camino. Que brinde posibilidades para todos. Una sociedad de ciudadanos y no de usuarios categorizados.

El politólogo posee ese fuego. Puede usarlo cuando quiera. Solo depende de su voluntad, de cuan fuerte sea su ardor interno, su sed de justicia, su idealismo, su utopía[1], su compromiso social. Y ese fuego lo tenemos por naturaleza los jóvenes de corazón.



[1] Hay que apuntarle al águila para pegarle a la paloma, pues si le apuntamos a la paloma le podemos pegar a la vaca del vecino. DMFB.

sábado, 15 de septiembre de 2007

Basta de autoritarismo en San Juan!

Una vez más, el gobierno de José Luís Gioja nos da muestra, a través de pequeñas acciones, su sesgo elitista, autoritario y cerrado, que excluye la participación popular en la formulación de políticas públicas.

Ya estaba un poco molesto con la decisión de construir el estadio único por no consultar a urbanistas y especialistas sobre la ubicación del mismo. A Gioja se le ocurrió construir un estadio, encontró un campito que le pareció bien, dijo que se iba a construir ahí y su legislatura lo expropió decuplicando su valor. Y ya está.

A Gioja se le ocurrió construir un teatro, y decidió hacerlo en el predio ferial Estación San Martín. No consultó a ningún especialista sobre su ubicación.

A Dante Elizondo, Secretario de Turismo, Cultura y Medio Ambiente del gobierno giojista se le ocurrió hacer en el predio ferial de la Estación Belgrano una plaza [Diario de Cuyo, 22/8/07]. ¿Consultó a algún especialista? Por supuesto que no.

El problema, sanjuaninos, radica en que la voluntad popular no es escuchada. El que tiene algo para decir no puede expresarse. No hay predisposición al diálogo por parte del gobierno. Y estos hechos tienen diversos grados de importancia y gravedad. Van desde querer hacer una plaza hasta la construcción de un embalse o mina a cielo abierto.

La popularidad de Gioja, legitimada por su triunfo electoral, no da derecho para que él o sus funcionarios decidan sobre el patrimonio público como les plazca. Porque además sanjuaninos, no nos equivoquemos, toda política pública tiene un trasfondo económico, un interés particular que necesita ser favorecido. Las políticas públicas en los países capitalistas pretenden satisfacer las necesidades de grupos empresarios y luego, solo luego, las de la comunidad.

Producto de esto es la famosa frase “la patria contratista”. Y esta situación no es, como podrían pensar los patriotas resentidos, un típico problema argentino o latinoamericano. Estados Unidos invadió Irak e inventó una guerra para beneficiar a cientos de empresas yankis en rubros tales como la construcción, la seguridad y por supuesto, la infraestructura petrolera, bajo la retórica de “reconstruir Irak”. Y ejemplos como esos hay miles en la historia.

Gioja nos miente, señores. No es el representante de la concertación en San Juan, no tiene interés en lograr un San Juan para todos. No le importa ni le conviene. Sus discursos de integrar a todos, de que nadie está de más, nadie sobra, son meras estrategias retóricas.

Pues el giojismo, tal como yo lo defino, es un fenómeno complejo, que engloba una matriz ideológica y a la vez una metodología o práctica política determinada. Está inspirado en la persona del gobernador sanjuanino; son sus características las decisiones autoritarias, cual patrón de estancia; la compra y exclusión de la oposición; la sumisión de todos los medios de comunicación masiva mediante los gastos de publicidad oficial; las clásicas y lamentables prácticas clientelares; los compromisos con las empresas transnacionales; los negocios y pactos con la estructura eclesiástica local y políticas de gobierno que prescinden de los aportes legitimadores de la población o de especialistas.

Sanjuaninos, estas decisiones autoritarias y caprichosas, que supuestamente benefician a la población, son ejemplo de la manipulación que nuestro pueblo sufre, de su individualismo y falta de interés sobre el patrimonio y dignidad colectivos. No esperemos a llegar a ser como San Luís para darnos cuenta.

La vieja política sigue presente en San Juan, y lo va a estar al menos, por los próximos 4 años. Necesitamos salir de esto, a fin de construir una Nación para todos, una patria libre, justa y soberana donde el primer beneficiado sea el pueblo, donde todos participemos en la formación de decisiones, no solo en las elecciones, eso es muy pobre.

Si los sanjuaninos podemos, ¿por qué no?

Diego M. Flores Burgos


lunes, 13 de agosto de 2007

Un poco de ironía


El resultado electoral del domingo aquí en San Juan es una manifestación de la gran madurez cívica de un pueblo y la vasta honestidad y responsabilidad de su líder y conductor, el gobernador reelecto José Luís Gioja. Revela también la confianza sin límites que el pueblo ha depositado en este hombre, en sus ideas y en sus proyectos.

Gioja ha sabido ganarse hábilmente la confianza de su pueblo, o al menos de la mayor parte del electorado, o de la que fue a votar, suficiente para lograr una gran ventaja y un aplastante triunfo.

El pueblo ha sabido interpretar los designios marcados por su líder, lo sigue y seguramente lo seguirá como el ciego que va tras su lazarillo, dejando su integridad a la buena de Dios.

Esta confianza a ciegas que el pueblo ha declarado hacia su caudillo Gioja, queda manifestada en la mayoría absoluta en la cámara de diputados. La futura cámara ahora podrá aprobar, mucho mejor que la actual, cualquier proyecto de cualquier índole, desde una expropiación de un campito, o una casa, la cesión de derechos en favor de alguna transnacional, la eximición de impuestos para alguna clase privilegiada o élite, la aprobación a ciegas de algún proyecto minero, hasta una reforma constitucional que instaure la reelección definitiva, cambios institucionales en favor de los actuales gobernantes, eximir responsabilidades, etc.

Pero ¿Podemos estar tranquilos que el poder público que el pueblo ha entregado a Gioja no va a ser usado para vulnerar los derechos de los ciudadanos, otorgar privilegios, alterar el patrimonio natural, comprometer nuestros recursos, instaurar un régimen político malsano, dejar la vida de los sanjuaninos a merced de un hombre?

Absolutamente absoluto, sanjuaninos; podemos estar seguros de que esto no sucederá. ¿Y como es eso posible? Pues nuestro líder y conductor, con gran nobleza y en un acto de grandeza, ha manifestado que su moral lo protegerá para no abusar de todo su poder. Gioja sostiene que la amplia victoria no da derechos para aplastar a la oposición. También ha precisado su intención de luchar contra las tentaciones maléficas que rondan al poderoso. En la entrevista a Diario de Cuyo con fecha 14/8, el gobernador electo dijo: “Yo creo que puede haber tentaciones a que pase eso [el uso desmedido del poder]. Pero voy a tratar de lacrarme para que las tentaciones no lleguen. Lo voy a repetir: no me gustan los modelos que en otras partes del país han generado estas cosas... Pero yo voy a tratar de acorazarme. Y protegerme y buscar todas las formas para que ni autoritarismo, ni hegemonismo ni esas cosas pasen, y que en San Juan funcionen las instituciones.”

Creo que no hay que agregar más. La confianza que el pueblo le dio a Gioja se integra con el compromiso del gobernador a no hacer uso ilimitado y abusivo de su poder.

Sanjuaninos, podemos dormir tranquilos entonces. Ojala todos nuestros gobernantes tuvieran ese poder de voluntad para constreñirse, para obligarse, como lo hace Gioja, para darnos la tranquilidad de que nuestro futuro y el de nuestros hijos no depende de la voluntad, la ocurrencia o el capricho de una persona.

Diego M. Flores Burgos

martes, 10 de julio de 2007

La justicia social según Amadeo Soria

Si bien es cierto que vivimos en una época de relativismo (conceptual, valorativo e ideológico), hay cosas que no cambian, o no deberían cambiar en el ámbito de lo político, a fin de que no pierdan su esencia y terminen tergiversándose.

Un ejemplo de lo que no hay que hacer, de un valor cuyo contenido generalmente se llena de demagogia, es el de la justicia social, pregonada mayoritariamente por peronistas o pseudopernoistas, como en este caso al que me voy a referir.

Sucede que con motivo de encontrarme por razones de trabajo en la noche del domingo en el Parque Faunístico que depende del municipio de Rivadavia, conducido por el intendente José Amadeo Soria, el cual aspira a la diputación departamental, uno de los serenos del parque había concurrido a cumplir con sus funciones en un estado lamentable de salud, por el comienzo de una neumonía.

Sabido es que sin tratamiento adecuado la neumonía puede ser mortal, especialmente con personas mayores, como en este caso, y contemplando al trabajador que a duras penas podía respirar, me pregunté como es que en esas condiciones este hombre había a trabajar. ¡Qué imprudencia!, pensé yo.

Pero me sorprendí más al conocer toda la historia. El hombre fue a trabajar pese a su lamentable estado de salud para evitar que le descontaran el día de trabajo. Es que el sereno es un contratado municipal, trabaja día por medio de noche en turnos de 10 horas, cumpliendo 150 horas al mes y gana alrededor de $550 pesos mensuales. Y su ausencia, aún por un motivo más que justificado, que seguramente preservaría su vida, produciría el descuento de la jornada laboral, disminuyendo su escuálido ingreso.

Aparte del bajo salario, los riesgos del trabajo nocturno en ese lugar, la incomunicación que padecen en caso de una emergencia (ya que el parque dispone de un celular, pero sin crédito), los trabajadores me contaron que ellos no pueden pedir parte por enfermedad, porque no se los otorgan. Les dicen en la municipalidad del Sr. Soria: Día trabajado, día pagado. Estar enfermo no es una excepción para faltar al trabajo. Y la cosa es más grave si la indisposición del trabajador ocurre durante el fin de semana, puesto que el municipio atiende recién el lunes.

La historia sigue con que el otro sereno llamó desde mi celular al encargado del Parque, un tal Campos, explicándole la grave situación de su compañero y pidiéndole que se contactara con la ART y enviaran con urgencia una ambulancia, ya que su vida corría peligro, al no poder respirar.

Pasados unos minutos el Sr. Campos llamó a mi celular y le confirmé la gravedad de la situación, contestándome que ya había enviado una ambulancia.

Yo tuve preocupado que retirarme, desconociendo el final de esta historia. Historia que muestra la dramática situación de desprotección en la que se encuentran los empleados contratados del municipio de Rivadavia, conducción José Amadeo Soria (desconozco si es la de la totalidad de los empleados municipales).

Los empleados municipales suelen ser solidarios con sus pares, porque saben que un problema de salud lo tiene cualquiera, por lo que veo en la respuesta que se les da a los que necesitan un parte de salud “día trabajado, día pagado”, una decisión política, o sea la mano de Soria.

No quiero pensar como este hombre va a defender en la Cámara de Diputados de la provincia los intereses de los trabajadores, porque me asusta. Pero lamentablemente su gestión administrativa, que generalmente los vecinos de Rivadavia no conocen, deja mucho que desear. Su falta de respeto por la persona humana, su frialdad en casos de necesidad, muestran el verdadero rostro de un político, que junto con otros, dicen compartir el ideario del peronismo, o caradurezcamente se hacen llamar peronistas.

Espero que esta nota haya permitido a los sanjuaninos en general y a los rivadavienses en particular conocer un poco más sobre la filosofía política que mueve al intendente José Amadeo Soria, potencial candidato a diputado provincial.

Diego M. Flores Burgos

sábado, 5 de mayo de 2007

DEDO VS. DEMOCRACIA: ¿HASTA CUÁNDO LA INDIGNIDAD?



Que hayan justicialistas disconformes, que no existan internas partidarias, que los aportes y las opiniones sean aplastados, que reine el autoritarismo y la dedocracia, que las mujeres jóvenes no tengan participación efectiva en las listas, todo eso no es extraño en San Juan. Ni es extraño en ningún lugar en donde el poder se transforma en absoluto, y de ahí a arbitrario.

Que el gobernador José Luis Gioja, presidente del Partido Justicialista de San Juan, decida a dedo quien va a ser candidato a intendente, a diputado departamental y también a concejal es una burla a los miembros de su partido y principalmente un atropello a la militancia político-partidaria.

Es que el presidente del partido, por sus funciones como gobernador y la distancia de la que se encuentra de las bases partidarias, desconoce forzosamente la realidad local, de la militancia política que se hace calle por calle, casa por casa. Eso es natural. Por eso los partidos cuando llegan a cierto tamaño deben instrumentar formas de elección de sus representantes.

Pero muchos milintantes, que trabajan por otros, por algunos, justamente por ellos, los que ahora deciden a sus espaldas; militantes que traicionan su conciencia por una causa que no los beneficia, que viven imbuidos en las mentiras giojistas, trabajan de verdad por construir un futuro político-partidario del que no serán parte.

Yo no sé hasta qué punto los justicialistas pueden seguir manteniendo la obsecuencia, la ingenuidad, la ignominiosidad, las mentiras, los engaños, la falta de dignidad.

Hay que reconstruir la política en base a la participación. Pero ¿qué clase de participación? Si la política de base, la que está en contacto directo con los problemas de la comunidad, la que trabaja porque las ideas (sean las que sean) prosperen, es frenada, detenida, limitada por el poder arbitrario de quien dice “nadie sobra, nadie está de más”.

Acaso no están de más los militantes en estas jugadas políticas? No hace falta tener mucho coeficiente intelectual para darse cuenta, compañeros. ¿No?

Es que los resabios de la vieja política están a full en San Juan. Dedocracia, engaños a los propios militantes, oscuros negocios a espaldas del partido, sacrificio de la democracia y los ideales partidarios por los designios del “conductor del pueblo”, alianzas con los grupos tradicionales del poder (Empresarios, transnacionales, miembros de la Iglesia), de espaldas al pueblo. En San Juan no cambió nada, ni va a cambiar, mientras sigamos viviendo en este valle de hipocresía y mintiéndonos a nosotros mismos.

Pero sanjuaninos, estas tristes manifestaciones de la vieja política no nos tienen que hacer perder el norte. Los espacios de poder se ocupan siempre. La vieja política sólo va a ser reemplazada por otra política que tiene que ser nueva, honesta, superadora de lo que estamos acostumbrados.

Tenemos que reconstruir los cuadros perdidos, tenemos que participar, ya sea dentro de las estructuras existentes o en nuevas. Pero participar en serio, superando los males de los que hablamos más arriba.

Y, sanjuaninos, no nos quejemos. Tenemos lo que merecemos, tenemos lo que votamos. Dejemos la irresponsabilidad y la cobardía y asumamos nuestros errores: Votamos a un personaje que se transformó en dictador. Y pretende ser gobernador por cuatro años más. Y después de él, los hermanos. Vamos camino a lo que fue Catamarca con los Saadi, Santiago del Estero con los Juárez y San Luis con los Saá.

Es el comienzo. Pero estamos a tiempo todavía de evitar que el sueño imperialista de Gioja se concrete. Pero esto solo se concretará con PARTICIPACIÓN, superando el individualismo en el que vivimos.


Diego M. Flores Burgos

domingo, 25 de marzo de 2007

Conti: Careta, despilfarrador, discriminador y conservador


Continuando con la coherencia de su gestión, el intendente de la Capital Enrique Eduardo Conti, se encargó de hacer cumplir la normativa de “limpiar” del centro de la ciudad a los vendedores ambulantes.

Haciendo un análisis de esta política que lleva a cabo el gobierno municipal bloquista, podemos, una vez más, comprobar el perfil de este: careta, despilfarrador, discriminador y conservador. Y mentiroso también.

¿Por qué careta?

Porque las acciones de gobierno están dirigidas al supuesto embellecimiento de ciertas zonas del ejido capitalino, y no a la gestión de la agenda pública (las políticas que regularmente realiza el gobierno). Podemos comprobarlo mediante la simple observación, como por ejemplo, el sistema de recolección de residuos que es irregular, funciona en algunas zonas y no en otras; la poda no pasó de las cuatro avenidas (las ramas en algunos lados llegan hasta un metro del piso); todavía hay calles sin pavimentar; el sistema de semáforos es un desastre, etc.

Es a que Conti no le interesa el bienestar de los vecinos de la capital, sino lo que los visitantes o algunos pueden llegar a pensar de la ciudad.

Como todo ser superficial, solo le importa lo que se ve, las apariencias y no lo que los vecinos realmente necesitan.

Recordemos que cuando el gobierno llega a satisfacer las problemáticas básicas del pueblo, recién ahí debe encarar obras de embellecimiento o de carácter secundario. Porque, ¿de qué sirve tener los postes del alumbrado pintados, si no puede caminar por las veredas por las ramas bajas de los árboles? o acaso los pececitos de colores son un asunto primordial frente a las ramas que nos llegan a la cabeza? ¿Qué es más importante?

Despilfarrador:

Es que los limitados recursos municipales se van en obras que no son esenciales para la vida de los sanjuaninos. Veo como pintan bulevares mientras por mi casa no pasa el camión de la basura, la poda no se hizo hay plazas que no se riegan, etc.

Esa propaganda proselitista que hace Conti, que mucho no le va a servir, que muestra como embellece la ciudad, comprueba lo que digo. Los lujos se dan una vez que ya satisficimos nuestras necesidades primordiales.

Además hay que investigar las denuncias por sobreprecios que desde las oficinas de la municipalidad se oyen.

Discriminador y conservador:

Claro, porque actúa como los políticos del siglo XIX: A quien se considera peligroso se lo excluye, se lo saca de donde se pueda ver. Así como los hospitales, los manicomios y las cárceles se hacían retirados de las ciudades, pensando en sacar la “lacra de la sociedad”, así Conti actúa con los vendedores ambulantes: los saca de las veredas y los mete en un salón a todos juntos. El modus operandi es el mismo.

Mentiroso:

Cuando uno no dice toda la verdad, miente. Como todo cobarde, deslinda responsabilidades propias. Primero, porque arguye que va a hacer cumplir la ordenanza. Que él sólo va a hacer cumplir la norma. En esto hay que recordar que para que una ordenanza tenga vigencia tiene que ser promulgada por el poder ejecutivo municipal, tarea que realizó Conti. En segundo lugar, una ordenanza es la manifestación jurídica de una decisión política. Así que él no es neutral en todo esto como quiere aparecer. Si quisiera o tuviera voluntad política, la modificaría.

Además ¿ha realizado Conti alguna encuesta o estudio para determinar si a los transeúntes nos molestan los vendedores ambulantes, o es mero capricho de él y de algunos comerciantes?

Si están es porque existe clientela que los demanda. ¿Que es competencia desleal? Acaso ¿es más competitivo un puesto de cartones que un local comercial? ¿Que no pagan impuestos? Acaso los comerciantes ¿pagan las contribuciones patronales de sus empleados o los tienen en negro? ¿Que no va a volver atrás con esta medida? Acaso, ¿no es de sabio reconocer los errores y remediarlos inmediatamente? ¿Que afea la ciudad esa manga de pobres que se ubican en las amplias veredas sanjuaninas? Acaso ¿no se ha dado cuenta Conti que vivimos en una sociedad con el 60% de pobreza?

Hay que ser muy caradura, pero peor es creer todos esos falsos argumentos del intendente. Con líderes así…

Diego M. Flores Burgos

domingo, 4 de marzo de 2007

EL VALOR DE LA POLITIZACIÓN

Podemos oír una palabra común en la fraseología conservadora de estos tiempos, la politización. Esta palabra goza de una reputación negativa, pero no por ser negativa en sí, sino por el carácter que se pretende represente.

Que se le de un valor negativo a la politización no tiene nada de casual. Mas bien es discrecional, ya que de esa manera se trata de eliminar su contenido potencial.

¿Pero cual es el significado de esta palabra y por qué se la desacredita? Politizar significa darle a un asunto, problema o cuestión carácter político, esto es, permitirle un debate público, atribuirle una perspectiva ideológica y hasta un compromiso partidario.

De la comprensión de esta definición salta a la vista por qué los personajes conservadores de la política, entre ellos Gioja y Cía. promueven su difamación y se alegran de que un asunto determinado no sea politizado.

Mediante esta acción, promueven o tratan de imponer una visión supuestamente imparcial, aideológica, del problema tratado, desacreditando cualquier otra visión disidente, o solo distinta.

Es la gran mentira de la democracia y del pluralismo. Es la imposición del totalitarismo ideológico y la represión de cualquier manifestación en contrario hacia la versión hegemónica y oficial de la historia.

Y lo vemos en el tema principal y base de la segunda reconstrucción de San Juan, por el amigo Gioja: la gran minería. El gobierno provincial, como órgano difusor y protector de la empresa Barrick, trata de convencernos diariamente de las ficticias bondades de este tipo de actividades. No habla de los reales riesgos. Y cuando voces provenientes del interior del pueblo sanjuanino se alzan en contra del discurso oficial, son tomadas como procedentes de sectores ignorantes, que todavía no comprenden, por falta de comunicación de la empresa o del gobierno, de los nulos riesgos y grandes beneficios que la actividad conlleva. Son grupos subversivos que tratan de alterar la paz del cementerio.

Entonces ¿cuál es el papel de la politización? Este es muy importante. Gioja y su gobierno difaman esta palabra porque le tienen terror a sus efectos. Hoy en día, sin oposición política debido a la cobardía y apoyo del bloquismo, la UCR y los demás partidos, apoyo tácito demostrado en su silencio sobre cuestiones muy importantes, no hay alternativas al pensamiento y al accionar oficial. Pero Gioja y su séquito tienen miedo igual. Tienen miedo que el espíritu antioficialista, antigiojista se corporice en alguna institución que politice las principales demandas de la población y que las tome como banderas hacia la lucha por el poder. Cuando esto suceda, cosa que está muy pronto por ocurrir, acelerada por la bronca de la contaminación, de la deficiencia en el sistema de salud y el problema energético, Gioja y sus amigos van a dejar de verse ante la cegada sociedad sanjuanina como los representantes del pueblo, van a poder verse como son, los representantes de grupos económicos concentrados, de élites conservadoras y de lo peor de la política sanjuanina. El pueblo los va a poder ver como sus enemigos, a los que hay que derrocar.

Cuando ese día llegue, el oficialismo no va a poder confrontar sus ideas y metodologías. Porque el dinero del presupuesto no puede comprar ni acallar para siempre a la verdad y a la gente comprometida con su pueblo.

Comprendamos el verdadero valor de la politización: Sin ella las demandas reales de la sociedad nunca van a poder ser escuchadas, menos realizadas. Para que se escuchen y se concreten deben tomar estado público y ser las propuestas que lleve como banderas hacia la victoria un partido político.

Diego M. Flores Burgos

sábado, 10 de febrero de 2007

Gran minería: Cuestión política inaceptable


Mientras el gobernador de la provincia de San Juan, José L. Gioja sigue diciendo que quienes luchan por el medio ambiente, quienes están en desacuerdo con la gran minería con cianuro, quienes se oponen a la segunda reconstrucción de San Juan son seres trasnochados, que van a contramano de la provincia y son fundamentalistas del medioambiente; mientras los demás políticos que supuestamente son opositores, ya por miedo o por complicidad, permanecen callados y no hay ninguna representación política para los que no creemos la gran mentira oficial; aunque no se vislumbren salidas a esta situación, es nuestra obligación como ciudadanos comprometidos por nuestro pueblo, luchar a toda costa por combatir las ideas y las mentiras oficiales.

Por eso considero oportuno atacar estas mentiras sobre el desarrollo de nuestra provincia en base a la gran minería con cianuro, con las mejores herramientas que poseo, ya que no soy un gran conocedor del medio ambiente, ni geólogo, ni ingeniero en minas ni especialista en regalías mineras. Solo soy un futuro politólogo, y mis armas contra este gobierno son la lógica, los conocimientos aprendidos en la carrera y mis convicciones.

Voy a refutar políticamente estas mentiras, basándome en su principal argumento.

Mentira oficial: La gran minería con cianuro, con los máximos controles de seguridad, es promotora del desarrollo provincial.

Primero: No está justificado bajo ningún aspecto que las riquezas naturales de un pueblo sean arrebatadas pacíficamente, mediante el engaño, por otro pueblo o por una empresa. Ha habido casos en la historia como por ejemplo, los ricos yacimientos de carbón del norte de Alemania que perdió esta durante las dos guerras mundiales, o más cercanamente, la salida al mar que perdió Bolivia durante la guerra del pacífico, con grandes recursos minerales. Es criticable que ambos países perdieran fuentes básicas para su crecimiento y desarrollo. Pero se justifica en un enfrentamiento bélico.

Lo que no tiene justificación es perder recursos materiales de forma pacífica, habiendo la mayoría del pueblo sanjuanino sido engañado por la propaganda de la empresa Barrick y del gobierno de Gioja. La empresa transnacional es como toda empresa de este tipo, salvaje y sin escrúpulos. Pero ¿quién le da de comer al chancho? No sólo será criticado fuertemente en el futuro el actual gobernador, sino que nuestros descendientes nos juzgarán a nosotros también por no haber sabido defender lo que por derecho nos correspondía.

Segundo: Lo más importante. Aún cuando la empresa Barrick y su departamento de comunicación, el gobierno Giojista, nos digan y nos aseguren que la gran minería con cianuro es segura, y aún cuando fuera comprobable científicamente de que no habrá contaminación de ningún tipo, como lo dicen algunos geólogos e ingenieros, políticamente es inaceptable.

¿Por qué es inaceptable políticamente? Porque los riesgos son altos, tanto para el medioambiente como para los habitantes de los valles de Jáchal, Iglesia, Calingasta y Tulum, o sea del 98 % de la población total de San Juan. No puede justificarse bajo ningún punto de vista que el lucro esté antes que la seguridad de la población.

Gioja no puede permitir que el desarrollo ficticio que la gran minería con cianuro desarrollaría arriesgue la vida de todos los sanjuaninos, la nuestra y la de nuestros descendientes. No es justificable bajo ningún aspecto y es condenable totalmente, incluso hasta en el caso hipotético de que existiera verdaderamente un desarrollo económico y social de la provincia.

El Estado es una construcción social, cuya base es preservar la vida de sus integrantes. La seguridad del pueblo siempre debe estar primero, aún cuando esto implique costos materiales altísimos.

Nosotros vivimos en una provincia pobre, dentro de un país subdesarrollado, pero no por eso no merecemos tener los mismos derechos a la seguridad que los habitantes de cualquier país desarrollado.

Eso es lo que no quiere aceptar nuestro gobernador, que ahora tiene en sus manos nuestra vida y la de las futuras generaciones de sanjuaninos.

Diego M. Flores Burgos

Bases del el partido nacional y popular


1. Dios, Relación Iglesia Estado - El partido nacional y popular cree en Dios, fuente última de toda verdad y justicia. Pero propugna la separación total de la Iglesia y del Estado, entendiendo que ambas instituciones poseen esferas de competencia distintas y hasta contradictorias, y que la relación entre ambas sólo beneficia a algunos miembros de ellas y distorsiona los objetivos propios.

2. Propiedad popular, Pueblos originarios - El partido nacional y popular reconoce como propiedad del pueblo los recursos naturales del suelo y subsuelo, como herencia derivada de los pueblos originarios que habitaron estas tierras hasta la llegada de los colonizadores españoles.

3. Intransferibilidad de la propiedad popular - Como los recursos naturales son propiedad exclusiva del pueblo, son intransferibles y el pueblo mismo es quien, sin intermediarios, debe decidir sobre la administración de los mismos.

4. Estado, concepto - El Estado es una construcción humana, cuyo objetivo es promover el desarrollo y bienestar del hombre, no para su explotación o instrumentalización por parte de los poderosos. El Estado es la institución principal de la sociedad, es parte de esta y está en función de ella.

5. Igualdad - El partido considera que los hombres son naturalmente iguales, aunque existan diferencias extra naturales motivadas por cuestiones económicas y sociales. Estas diferencias extra naturales son las que condicionan la vida de los individuos y es labor del Estado reducir estas desigualdades, permitiendo que cada uno desarrolle sus plenas potencialidades, partiendo todos desde las mismas condiciones.

6. Libertad – El individuo es libre cuando puede desarrollar efectivamente sus potencialidades, sus gustos e intereses, siempre que estos no perjudiquen a otros. Pero para ello el Estado debe dar garantías económicas que permitan que cualquier persona pueda ser libre.

7. Democracia – Como el Estado es una construcción de la sociedad, la democracia es método propio del Estado y el que más fielmente representa la voluntad popular. Es, además, una metodología de vida, que para ser efectiva, debe permitir la participación real de todos.

8. Poder Ejecutivo – A fin de que la voluntad popular sea lo más fielmente interpretada y ejecutada, el sistema democrático debe eliminar todos los obstáculos entre el pueblo y el gobierno, siendo lo más directa posible.

9. Poder Judicial – Los magistrados son funcionarios públicos, tienen las mismas obligaciones que cualquier otro ciudadano. El partido considera que los magistrados forman un estrato superior dentro de la sociedad, basado en privilegios tributarios y de diversa índole, en la inamovilidad de sus cargos y en el poder que tienen sobre los individuos y el Estado. Este estrato debe ser desarmado, a fin de que los magistrados sean realmente funcionarios al servicio del pueblo, y no de ellos mismos o de sus amigos.

10. Poder Legislativo – El poder legislativo debe convertirse en la voz del pueblo, en una asamblea donde se debatan los problemas relevantes de la sociedad y no en un órgano al servicio de los caprichos del Poder Ejecutivo.

11. Funcionarios y responsabilidades – El partido nacional y popular considera que la dirección del Estado, la utilización de los recursos públicos y la influencia sobre la vida de las personas, son actos de suma responsabilidad, que requieren la toma de conciencia por parte de los funcionarios sobre las capacidades que se necesitan para ejercer dichos cargos. Los funcionarios de los tres poderes deben responder al pueblo sobre los perjuicios que le causen al Estado, ya sea por acción u omisión y ser juzgados por jurados populares en caso de ser necesario.

12. Discriminación – El partido nacional y popular reconoce que la discriminación política se da principalmente con dos grupos, las mujeres y los jóvenes. El partido, motivado por la igualdad natural de las personas no realiza discriminación alguna. No existen secretarías de la mujer ni de la juventud, todos somos iguales, todos podemos hacer aportes desde distintas ópticas y profundidades. Pero todas igualmente válidas. De la misma manera, el partido considera que medidas tales como el cupo femenino son formas de perpetuar la desigualdad entre los sexos, al igual que el establecimiento de bases de edad para los cargos públicos.

13. Participación política – El partido reconoce como única forma de que la voluntad popular sea escuchada y ejecutada efectivamente mediante la participación político partidaria. Los partidos políticos son los medios a través de los cuales las demandas de grupos o sectores, más o menos representativos, pueden hallar respuestas.

14. Partidos políticos de San Juan – El partido nacional y popular nace del seno de la sociedad, que no encuentra una voz que la represente políticamente, ni mucho menos luche por sus intereses. Consideramos que no hay alternativas políticas hoy en San Juan, que la omisión y el silencio del bloquismo, de la UCR y de los demás partidos provinciales convalidan el régimen impuesto por el Justicialismo provincial.

15. Visión del presidente Kirchner – El partido nacional y popular considera que la Argentina vive un momento decisivo de su historia. Puede continuar con la dependencia económico y cultural externa, con la pobreza y el atraso, o puede rescatar su identidad latinoamericana, lograr la independencia económica, sacar de la pobreza a su pueblo, lograr una sociedad más igualitaria y justa. Vemos en el presidente Kirchner la voluntad de realizar estas últimas metas. Pero también criticamos la lentitud de las reformas estructurales que hacen falta para lograrlas: reformas tributarias, propiedad nacional de los recursos energéticos, reformas en el sistema de justicia.

16. Visión del gobernador Gioja – El partido nacional y popular está totalmente en contra de las políticas provinciales que lleva a cabo José L. Gioja. No comparte la riesgosa explotación minera con cianuro, la extracción de capitales por parte de empresas mineras y de energía. No comparte el lucro presente de algunos, respecto de la actividad de la gran minería, frente a los perjuicios medioambientales de todos los sanjuaninos. No comparte su relación cesaropapista con la Iglesia local, el tratamiento caritativo de la pobreza, el gasto persuasivo de la publicidad oficial, la falta de una política integral de desarrollo a corto y largo plazo, el conservadurismo de sus funcionarios.

17. Integración latinoamericana – El partido pretende que el sueño de los libertadores José de San Martín y Simón Bolívar de una América Latina integrada y unificada se realice. Compartimos rasgos culturales, vivimos las mismas situaciones de esclavitud y explotación por parte de extraños y poderosos, tenemos el mismo deseo de emancipación y libertad. Por ello compartimos los deseos y gestiones integradoras del gobierno venezolano de Hugo Chávez, del boliviano Evo Morales y del presidente de los argentinos, Néstor Kirchner.

18. Íconos partidarios – El partido nacional y popular reconoce como figuras ejemplares y con condiciones a imitar: Manuel Belgrano: por su sacrificio y abnegación, aunque tuvo todo en contra; José de San Martín: Por hacer suyo y concretar un sueño popular; Domingo F. Sarmiento: Por el interés de fundar una nación desarrollada; Hipólito Irigoyen: Porque representó la voluntad popular, frente a los enemigos de siempre; Juan D. Perón: Por procurar la igualdad entre los miembros de la sociedad, la justicia social, el desarrollo autónomo y su capacidad política.