domingo, 25 de mayo de 2014

El destino del túnel “José Luis Gioja”: entre Chile y Buenos Aires




Varios años lleva el Gobierno Provincial intentando lograr el hecho paradigmático del plan de gestión “Segunda Reconstrucción de San Juan”: la construcción del Túnel de Agua Negra, a quien el Director de Tránsito y Transporte, Julio “Tito” Montaña, propuso nominarlo como el actual Gobernador y principal impulsor.
 
Gentileza: elquisemanario.blogspot.com
Sin embargo, las demoras son evidentes. ¿Cuál es la razón? ¿Los costos? ¿Son insuficientes las gestiones? ¿O hay algo más?

Solventar un túnel de 14 km a 4.085 en la cordillera, a metros sobre el nivel del mar no es tarea fácil. Las últimas estimaciones cotizan la obra en 1.600 millones de dólares. Se requiere de una tuneladora importada de entre 70 y 100 metros de largo para construir dos túneles paralelos (por razones de seguridad y ventilación). El Gobierno Chileno manifestó que apoyaría la construcción del Túnel, siempre y cuando la Argentina consiguiese y fuera aval de los créditos, cosa por la que estamos complicados con nuestra política de minimizar el endeudamiento externo y las apreciaciones del FMI. ¿Entonces? Sí, siempre China, con su avance por el mundo (que todavía no aprovechamos eficazmente).

China posibilitará las presas Néstor Kirchner y Jorge Cepernic en Santa Cruz, que serán el complejo hidroeléctrico más grande en la Argentina después de Yaciretá, generando el 10% de la energía del país. El China Development Bank financiará las obras a 15 años a una tasa Libor del 3,8% por un monto de U$S4.714 millones. Esta es la mayor inversión en capital fijo del gigante asiático en el mundo.

Desde 2004 con su viaje a China del Gobernador Gioja, el gobierno provincial apostó al financiamiento externo. Hace poco el Ministro José Strada también recorrió el País de la Seda con ese fin. Si es posible financiar las represas Kirchner y Cepernic, obras que tienen un recupero a muy largo plazo, sería factible costear un monto tres veces menor.

Las razones más probables de la demora se hallan en una guerra silenciosa de dos frentes. Una se encuentra en la región de Coquimbo, en la próspera provincia de Elqui y la postergadas Limarí y la sureña Choapa. El otro frente, se encuentra a 1.200 km, en la cuna del tango, que siempre miró hacia sí mismo y que tiene otros proyectos en vista.

En Chile el Túnel de Agua Negra genera opiniones divergentes. Cabe recordar que en los años 60 y 70 los pasos binacionales estuvieron olvidados por temores a una posible invasión argentina. Además, siendo Chile un país unitario con un gran puerto que privilegia su mayor producción exportable (cobre), poco le interesa financiar una obra que no le brindará beneficios directos e inmediatos y que implique destinar grandes sumas a una obra en la periferia del eje Santiago-Valparaíso.

Argentina necesita el túnel más que Chile, ya que, al igual que Brasil, nos es imperiosa la bioceanidad. El desarrollo capitalista, que en el siglo XIX pasó por Europa y especialmente el Imperio Británico, se trasladó a China, la próxima primer potencia económica mundial y su alianza con el gigante energético, militar y equilibrador mundial, Rusia.

Del otro lado de la cordillera, el magno proyecto es cuestionado por las obras complementarias, no sólo por el costo, sino por la modificación ambiental del Valle del Elqui, por donde se espera que finalizado el Túnel, transiten de 1500 a 2000 camiones diarios; el rechazo a la instalación de un laboratorio de biotecnología internacional bajo el túnel, las obras requeridas para ampliar el puerto de Coquimbo y obras viales complementarias en la ciudad portuaria.


Apurarse, que la competencia es dura

El tiempo corre en contra para los sanjuaninos. A nivel nacional (y también internacional) hay varios proyectos de corredores bioceánicos, algunos de menor costo que Agua Negra. Y en cada provincia por donde está previsto un corredor se trabaja con el mismo ahínco que en San Juan.

La semana anterior estuvo en San Juan el Gobernador santafesino Antonio Bonfatti, brindando su apoyo a la construcción del Túnel y de todo el corredor. Manifestó que en su provincia ya se han hecho importantes obras de infraestructura junto al Gobierno Nacional. Pero no hay que fiarse de sus palabras. Santa Fe necesita el corredor, pero le es indistinto si pasa por Agua Negra o por el Bioceánico Aconcagua, la ampliación del Paso Los Libertadores, en Mendoza.

Un competidor es el corredor bioceánico Pehuenche, que pasaría por el sur mendocino, con dos variantes. Una es la comunicación Bahía Blanca-Talca, en Chile, que beneficiará a la zona agroindustrial de Bahía Blanca y la agroganadera de La Pampa y Buenos Aires. La otra es la que uniría el este de Entre Ríos, en el río Uruguay, se vincularía con la hidrovía Paraná-Paraguay y recorrería el norte de la provincia de Buenos Aires, sur de Córdoba y San Luis, San Rafael, Concepción, y los puertos de San Antonio y Valparaíso.

Por el norte, acecha el corredor bioceánico Paso Jama, que vincularía la zona adyacente a Florianópolis, pasando por las provincias de Misiones, Chaco y/o Formosa, Salta y Jujuy, llegando a los puertos del norte chileno (Iquique, Tocopilla y Antofagasta).


El peso pesado: Corredor Bioceánico Aconcagua

El corredor más importante promocionado por las presidencias de Chile y Argentina es el bioceánico Aconcagua. Supone una ampliación del paso Los Libertadores en Mendoza. Por allí actualmente circulan cerca de 1.500 camiones por día y con las obras previstas pasarían más de 15 mil y de su máxima capacidad, 7 millones de toneladas por año, pasaría a 77 millones de toneladas anuales.

El costo es muy superior al sanjuanino, unos U$S 6.900 millones. Incluye: Una línea férrea desde Los Andes (Chile), hasta Luján de Cuyo de 204 kilómetros; un túnel de baja altura de 52 kilómetros, desde Saladillo (Chile), a 1.545 msnm, hasta Punta de Vacas, a 2.440 msnm; un trazado con pendientes menores al 2%, garantizando el cruce de la cordillera en menos de 4 horas, y operatividad durante todo el año; un ferrocarril eléctrico con una capacidad de transporte de hasta 72 millones de toneladas por año y mejoras en la seguridad vial, son los principales puntos fuertes. El plazo de la obra es de 12 años y aún no se licita.



Alternativa para ganar tiempo


Es claro que de prosperar el Corredor Bioceánico Aconcagua, San Juan tendría muy pocas chances de construir el Túnel de Agua Negra. La única alternativa es que San Juan construya un corredor bioceánico como sea, antes que el mendocino.

Lo mejor es que esa posibilidad existe: Se trata del paso La Chapetona (así llamado en Chile), en el norte de Calingasta, que comunica Barreal con la ciudad de Ovalle, en la Provincia de Limarí, en el centro de la Región de Coquimbo. Y de allí por autopista o ruta hasta el puerto coquimbano.

En los festejos en San Juan para el Bicentenario de la Revolución de Mayo, se celebró un pacto de hermandad entre el alcalde del municipio limarino de Monte Patria, Juan Castillo y el intendente calingastino Robert Garcés. Allí se comprometieron a avanzar en el desarrollo del paso fronterizo de La Chapetona. Este paso, casi desconocido para el resto de los sanjuaninos, es un paso que, al decir de Juan Castillo, “no requiere más que una pala y una escoba” para habilitarlo.

¿Es para tanto? Al decir de los limarinos, realizar un camino por el Paso La Chapetona saldría un 10% de lo cotizado por el Túnel de Agua Negra. Que su pendiente es suave, y comunica con los puertos de Coquimbo, Los Vilos y Tongoy. Se sostiene que La Chapetona, por su baja altura y pocas nevadas, es la mejor alternativa económica y técnica. Debido a la inexistencia de cordones transversales en su trazado, no requiere de túnel y estaría habilitado para todo el año, con mínimos impactos ambientales.

El gobernador Gioja dijo alguna vez: “Debemos perforar la cordillera por todos lados”. ¿Por qué no contar con dos pasos, en vez de uno, que asegure la posición sanjuanina? ¿Que vincule a las provincias de La Rioja, Santiago del Estero, Tucumán, Chaco y Corrientes y nos dé tiempo de concretar la meta de máxima: el Túnel de Agua Negra? Alguien me dijo cuando era niño: “más vale pájaro en mano…”


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