miércoles, 10 de octubre de 2012

Análisis e impresiones del acto de lanzamiento de la Corriente Nacional de la Militancia San Juan

Nota publicada en Sintoma Social Revista Digital: www.sintomasocial.com.ar 


Notas y Entrevistas
Martes, 09 de Octubre de 2012 00:00
Por Diego M. Flores Burgos
 acto lanzamiento de la Corriente
El principal hecho político de la semana anterior, y que seguramente dará que hablar en la presente, es la realización del acto de lanzamiento de la Corriente Nacional de la Militancia de San Juan, cuyo referente provincial es el Senador Nacional Ruperto Godoy. La convocatoria de diferentes organizaciones políticas y sociales en el acto dió pruebas de la convocatoria a la conformación de nuevos espacios de participación política en la provincia.
 

La convocatoria fue muy importante: Organizaciones políticas nacionales, provinciales y municipales, e incluso, personas que no tienen una militancia activa en organizaciones políticas y sociales estuvieron presentes en el acto. En calidad de visitantes estuvieron las agrupaciones nacionales de Kolina, la Cámpora y el Frente Transversal, el Partido para la Victoria, El Encuentro por la Democracia y la Equidad (EDE), el Partido comunista de San Juan, la Corriente Nacional y Popular 25 de Mayo (CNP 25), la Juventud del Partido Justicialista, MARDAN, el Partido JUNTOS, el Partido Popular Participativo, además de múltiples espacios de participación departamentales. En el escenario, con los principales funcionarios nacionales, Ruperto Godoy, Daniel Filmus y Agustín Rossi, estuvieron los representantes del PJ provincial, Sergio y Rubén Uñac, Daniel Tomas y Daniel Molina.

Pero además ocurrió un primer hecho inédito en los actos políticos de la provincia de San Juan en los últimos tiempos: junto con las principales figuras políticas en el escenario, estaban varias decenas de referentes provinciales y municipales, la mayoría de ellos desconocidos y de bajo perfil, pero que en sus comunidades y espacios gozan de la más alta legitimidad por su compromiso ético, político y social. Un segundo hecho inédito fue la participación de militantes del Partido Comunista de San Juan en el acto, que desde hacía un tiempo ya habían comprometido su presencia a los dirigentes de la Corriente Nacional de la Militancia San Juan y que jamás habían participado de una convocatoria de este tipo.

Personalmente, entiendo que estos dos hechos inéditos en la política sanjuanina representan lo más importante que pudo mostrar el acto: una nueva conformación política en la provincia que comparte en y con la Corriente Nacional de la Militancia San juan la necesidad de la profundización de los cambios iniciados por Néstor Kirchner en la Nación y por José Luis Gioja en la provincia, tendientes hacia la liberación nacional y el bienestar de todos los habitantes de la Argentina y Latinoamérica.

Lamentablemente hay sectores de mundo político que no entienden que el trabajo militante que quedó demostrado en el acto no responde a una búsqueda de protagonismo, o a meras aspiraciones de cargos políticos. Esta conformación aspira a generar los espacios (y a fortalecer los existentes) de participación política de la provincia de San Juan.

Este proceso de fortalecimiento es bidireccional. Por un lado, responde a una necesidad de la conducción del proyecto nacional popular y latinoamericano, encabezado por Cristina Fernández. Y por otro lado, responde a la necesidad de participación por parte de múltiples sectores políticos y comunitarios que, ya sea por mezquindades localistas o por la escasa o nula intención de referentes departamentales del Frente para la Victoria, no han podido tener acceso a herramientas político institucionales que les permitieran no solo crecer, sino atender las necesidades de la comunidad desde la participación política popular.

La Corriente Nacional de la Militancia San Juan es un brazo constructor al servicio de la política nacional y provincial, ya que complementa la labor política que sustenta la gestión del gobernador Gioja más allá de lo estrictamente partidario. Desde otros espacios políticos, se converge en la Corriente San Juan entendiendo que el proyecto provincial necesita, para su perdurabilidad, protección y profundización, la participación de varios sectores. Por este motivo, la dirigencia política local debiera integrar a la Corriente como un aliado fundamental y no como un adversario, como un elemento de cohesión para defensa de los intereses provinciales y nacionales.


Diego Maximiliano Flores Burgos: Licenciado en Ciencias Políticas de la Universidad Nacional de San Juan. Elaborador de políticas públicas. Coordinador de la agrupación estudiantil universitaria Encuentro Estudiantil y miembro de la Corriente Nacional de la Militancia San Juan.

Un cambio cultural en el rol de los jóvenes

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Notas y Entrevistas
Martes, 09 de Octubre de 2012 00:00
Micaela Lisola Micaela Lisola: estudiante de 16 años a la que el Colegio Monseñor Rodríguez y Olmos de la provincia de San Juan, le aplicaron 24 amonestaciones por haber recordado el 24 de MarzoPor Diego Flores Burgos *

La propuesta nacional y provincial para otorgar el voto a jóvenes desde los 16 años volvió a correr el velo de la sociedad argentina mostrando la matriz conservadora que subyace en nuestra cultura. Esta matriz está basada en la concepción de aquel hombre que el pesimismo antropológico define: el hombre es un ser malo, que necesita ser guiado por algo o alguien, para que no se autodestruya.
                                                                                                                                                                                                                       
                         El arte de nuestros enemigos es desmoralizar,
 entristecer a los pueblos.
Los pueblos deprimidos no vencen.
Por eso venimos a combatir por el país alegremente.
Nada grande se puede hacer con la tristeza.
 
La juventud tiene su lucha, que es derribar
a las oligarquías entregadoras, a los conductores
que desorientan y a los intereses extraños que nos explotan. 
No es posible quedarse a contemplar el ombligo de ayer
y no ver el cordón umbilical que aparece
a medida que todos los días nace una nueva Argentina a través de los jóvenes...
No se lamenten los viejos de que los recién venidos ocupen
los primeros puestos de la fila; porque siempre es así: se gana con los nuevos.
Arturo Jauretche


La propuesta nacional y provincial para otorgar el voto a jóvenes desde los 16 años volvió a correr el velo de la sociedad argentina mostrando la matriz conservadora que subyace en nuestra cultura. Esta matriz está basada en la concepción de aquel hombre que el pesimismo antropológico define: el hombre es un ser malo, que necesita ser guiado por algo o alguien, para que no se autodestruya. Esta es la filosofía que adopta el filósofo del autoritarismo político, Thomas Hobbes, cuando considera, explicando el estado de naturaleza, que el hombre es el lobo del hombre; de allí que necesite que el Leviatán (el Estado) preserve su vida mediante el orden.

 Esta concepción del hombre lleva luego a que el hombre deba ser regido por alguna “verdad” que lo oriente y discipline. La religión ha tomado muy bien este papel, de allí que para preservar la “verdad oficial” se instauraran rígidos controles para que el hombre no se “equivocara”; uno de ellos, es el conocido proceso de la inquisición. Desde la política también se hizo lo propio.

 La necesidad de domar o domesticar al hombre bajo ciertos principios ha llevado también al surgimiento de regímenes autoritarios fuertes, cuyos ejemplos más claros son los totalitarismos fascista, nazi y stalinista. La autoridad fuerte es la única manera de cuidar al hombre, de evitar que este pueda destruirse y equivocarse al ejercer su libre pensamiento que, seguramente, lo llevará al error. Pero también el sistema de representación política, que triunfó con el establecimiento de la constitución de los EE.UU de 1787 frente a la delegación política manifiesta a esta desconfianza, siendo su versión local la siguiente idea: “el pueblo no delibera ni gobierna, sino por medio de sus representantes” (art. 22 Constiución Nacional).

 En América Latina, y en la Argentina en particular, el pesimismo antropológico se dio en un crisol donde confluían varios factores. Los principales fueron la tradición cristiana católica, los sectores vinculados a las potencias extranjeras, fundamentalmente las oligarquías agro-ganadero-exportadoras y el pensamiento liberal que propugnaba el progresivismo histórico, es decir, que el camino de la civilización estaría dado por la alineación con estas potencias y no desde la centralidad de nuestras tierras. Facundo o Civilización y Barbarie refleja claramente esta posición del liberalismo de Mitre y Sarmiento en el siglo XIX; las que también se manifiestan aún hoy, como durante el cacerolazo del 13 de septiembre último, donde se podían ver carteles en la puerta de la Catedral local que decían “no queremos ser como Cuba o Venezuela”, es decir, no queremos ser latinoamericanos, queremos estar junto con los países desarrollados, no queremos la “Barbarie”, queremos la “Cvilización Occidental y Cristiana”.

 En ese marco y en el contexto social actual, si el hombre es malo, el joven es peor, porque es rebelde, es revolucionario, no está domesticado todavía, se resiste a seguir al rebaño, al decir de José Ingenieros. Pero los jóvenes domesticados, que asumen el rol que la sociedad conservadora les otorga, lo cumplen muy bien. Hace poco tuve la oportunidad de asistir a un simulacro de plebiscito sobre el voto a los 16 años realizado en una escuela rural de la provincia de San Juan en el que votaron alumnos, docentes y padres. Allí ganó el NO por 62 votos, contra 6 votos al SI (uno de ellos el mío). Y escuchando luego las expresiones de los estudiantes que están prontos a egresar, que además consideran no tener capacidad para emprender la universidad, y que creen que no podrán terminarla y por ende no tienen pensado seguir estudiando, comprobé la frase de Don Arturo: "los pueblos deprimidos no vencen". Esos jóvenes ya están derrotados.

 "Quieren hacerlos votar a los 16 pero no quieren bajar la edad de imputabilidad”: pesimismo antropológico que choca con el optimismo antropológico de un proyecto de gobierno que tiene como principio la esperanza y el optimismo para vencer, para la liberación. El slogan de gobierno: “Argentina, un país con buena gente” resume ese mensaje. El panorama nos muestra entonces el choque de quienes tienen una visión negativa de los jóvenes y otra visión positiva defendida por quienes creemos que ellos son el motor del cambio, de la revolución necesaria, tanto social como cultural.


*  Diego Maximiliano Flores Burgos: Nacido el 6 de abril de 1981. Licenciado en Ciencias Políticas de la Universidad Nacional de San Juan. Elaborador de políticas públicas. Coordinador de la agrupación estudiantil universitaria Encuentro Estudiantil y miembro de la Corriente Nacional de la Militancia San Juan.