La
estructura política de un candidato es una importante variable de la campaña
política. En la vorágine de la videopolítica, donde Marcelo Tinelli es el mejor
ejemplo, los candidatos tienden a pensar que pueden prescindir de la militancia
o estructura partidaria si se cuentan con los recursos económicos para difundir
su imagen y propuesta en los medios masivos de comunicación.
Suele
ser el característico error de los outsiders
o advenedizos de la política, aquellos que venidos de otros ámbitos (empresarial,
deportivo, artístico) arriban a la política con grandes aspiraciones. Pero
también es el típico error de aquellos que si bien cuentan con trayectoria, no disponen
de una estructura propia desarrollada cuantitativa y cualitativamente, aceitada
y entrenada para la contienda electoral y/o gozan de excesiva confianza en sus
recursos económicos (“contrato a una consultora porteña el último mes,
televisión y listo!”).
Tal
es el caso de los dos candidatos que cuentan con la venia de José Luis Gioja
para estas PASO en el departamento Capital, el Ministro de Turismo y Cultura,
Dante Elizondo y Franco Aranda, Jefe de la ANSES San Juan. Elizondo, dirigente
de la Junta de Concepción del PJ, relegó su función para dedicarse a la gestión
pública, algo que se paga caro. Y de Aranda no se conoce un equipo definido.
Ante
esto, cada candidato apeló a recursos diferentes: Elizondo buscó el apoyo del
Sindicalismo, de la mano del Sindicato de Empleados de Comercio y Franco Aranda
difundiendo su imagen con #SoyFranco por toda la ciudad. Tácticas que cuentan
con limitaciones: la imagen del sindicalismo en la sociedad no es positiva
actualmente y las redes sociales tienen alcance limitado.
Por
ello, ambos candidatos decidieron recurrir a la olvidada pero siempre presente
militancia justicialista capitalina, que sirva para transmitir personalmente a
todo el territorio la imagen del candidato, las propuestas de campaña, la
cercanía con los problemas cotidianos, la movilización del día de la elección,
la fiscalización, etc.
Estas
PASO son una gran oportunidad para que quienes cuentan con trabajo territorial
se luzcan. En la cancha se ven los pingos:
sectores que aunque no cuentan con el poder de los recursos económicos, pueden
favorecer a uno u otro candidato al prestar el imprescindible apoyo logístico.
Por
ello ambos candidatos se disputan la estructura política conocida como Santa
Filomena: Una organización de militantes de inserción territorial originaria de
Desamparados que se animó a presentar un precandidato, el abogado Roberto Juárez
que hasta hizo una carta a los vecinos difundiendo su imagen y acercando lazos
con los vecinos, algo que ninguno de los otros precandidatos realizó (por excesiva
confianza?).
Ya
en conversaciones con ambos sectores, los Filomenos son la chica de 15 con
quien todos quieren bailar. Cuentan con un sólido equipo de más de 12 años de
trayectoria, trabajo territorial reconocido, acercamiento con los vecinos de
Desamparados, expertise en campañas y
varios funcionarios.
Roberto
Juárez, actual Director de Personas con Discapacidad, está vinculado con
organizaciones y familias en la provincia con el más alto índice de personas
con discapacidad del país. Fue Director de Capacitación para el Empleo, donde
cientos de jóvenes lograron su primer trabajo a través del reconocido programa “Jóvenes
Sanjuaninos con Más y Mejor Empleo”, vinculándolos con empresarios locales.
Juárez
es el referente más conocido, mas no el único. Julio Elías Quattropani, actual
Director de Mutualidades de la Provincia, anterior Subdirector de Capacitación
para el Empleo, fortaleció las relaciones políticas y sociales con Mutuales y
ONGs, favores que son útiles en tiempos electorales. Martín Mallea, se destaca
como Director de Unidad de Enlace del Consejo Federal de Inversiones, espacio donde
se articulan relaciones con Pymes locales a través de asesoramiento y financiamiento.
Javier Rodríguez, Subsecretario de Asistencia Social del Ministerio de
Desarrollo Humano, ha sabido aprovechar un espacio construyendo relaciones en tratando
cotidianamente con los típicos problemas sociales de una provincia periférica
de un país subdesarrollado.
Estos
ignotos personajes y otros que no son funcionarios, supieron en base a su
trabajo en equipo, constituir una marca política que si bien no es conocida por
el público común, representa un codiciado equipo de trabajo imprescindible para
ganar una elección. Equipo que hasta en algún momento suscitó el temor del
hombre fuerte de Desarrollo Humano, Daniel Molina, por la disputa de poder que
podrían suponerle al Ministro todos estos muchachos juntos en su Área.
El
desafío de Elizondo y Aranda es contar con la estructura en Capital para ser
Intendente, ante la seria posibilidad del cambio de color político del
Departamento. Terminó sucediendo lo impensado: Los candidatos hoy necesitan de
la militancia.
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