miércoles, 22 de noviembre de 2017

Santiago Maldonado & los tripulantes del ARA San Juan, víctimas del mismo sistema


Los mediocres fundamentalistas de las medias verdades, los sofistas modernos, los falaces que abundan como las estrellas del cielo difunden, con más mala intención que ignorancia, el antagonismo entre la búsqueda y el clamor popular que hubo frente al caso de la desaparición de Santiago Maldonado, cuya muerte todavía no está esclarecida, y la sensación popular frente a la desaparición del submarino de la Armada Argentina San Juan y sus 44 tripulantes.

La coincidencia principal en ambos casos es la pésima comunicación institucional con la que fueron tomados ambos casos: En el caso de Maldonado, la falta de predisposición de las autoridades correspondientes para ponerse como mediadoras en la búsqueda de la Verdad del caso, las causas de la desaparición sin descartar ninguna hipótesis. Sin enunciar responsables, porque claro, mientras mantengamos lo poco que tenemos del principio republicano de la presunción de inocencia, estaremos todos a salvo: Sin acusar a Gendarmería, pero sin descartar nada. 



En el caso del submarino, negando la dura realidad que un accidente submarino es algo que suele ocurrir y que generalmente termina mal. Sólo los medios rusos brindaban información más objetiva. Me hacía acordar a "Estamos ganando", la sarta de mentiras con las que la moribunda dictadura militar engañaba sobre el curso de la guerra para fomentar algún sentimiento que hiciera olvidar las penurias económicas y políticas del Pueblo. 

Pero pensemos que no se fomenta la antinomia Maldonado-Submarino por maldad sino por ignorancia, pensemos de la mejor manera. Son comparaciones imposibles, como cuando se compara una bicicleta con un auto: ambos tienen ruedas y son vehículos. Y basta. En estos casos se asimila la desaparición de un militante de la causa indígena y anti terrateniente con un accidente submarino. Y punto, son desapariciones hasta que son encontrados, no hay mayor coincidencia.



Un desaparecido con la fuerte sospecha de que las fuerzas de seguridad de frontera fueron responsables. Y hay motivos para creerlo, ya que éstas responden al Poder Ejecutivo Nacional que tiene intereses y lazos personales y comerciales con los principales terratenientes del país, tales como Luciano Benetton y Joseph Lewis. Hay fuertes razones para entender el uso de las herramientas del Estado para defender los intereses privados, como suele suceder a nivel municipal y provincial también. Eso incluye la posibilidad de represión por parte de Gendarmería Nacional a manifestantes. Pero claro, esta es sólo una hipótesis.

Un submarino que sufre un accidente, que seguramente se hundió y murieron a los pocos días o instantáneamente sus 44 tripulantes. Suele pasar, no es nada raro. Es una pena sí, pero está dentro del marco de lo posible. Se caen aviones, se hunden barcos, se hunden también submarinos. No hay que temerle miedo a esa posibilidad, es una realidad que existe.

Sin embargo, por más que los fascistas conservadores militantes de Cambiemos y los progresistas de papel imberbes radicales, hipócritas ambos, miopes de la realidad que los rodea exalten la figura de Maldonado o de los tripulantes del submarino en desmedro del otro, desconocen, por supuesto, que ambos son víctimas del mismo sistema.

Maldonado y su causa, en tanto son víctimas de un Estado que más allá de las gestiones políticas, ha favorecido el crecimento de poder o el mantenimiento de la estructura terrateniente en la Argentina. El Kirchnerismo por miedo a usar el poder del Estado para realizar las transformaciones que propugnaba. El Macrismo, porque está en sintonía con su postura de intereses y filosofía. Ambas administraciones defendieron, por omisión o acción la violación de la soberanía nacional y la exclusión social al permitir que unas pocas familias se repartan grandes extensiones de la Patagonia (lo cual sucede en otras partes del país), manteniendo la configuración heredada por la "Conquista del Desierto", cuando unas pocas familias recibieron de regalo millones de hectáreas, no así los pobres criollos o los inmigrantes que llegaban al país con la mentira de recibir tierras para producirlas. 

Los tripulantes del ARA San Juan, porque son parte de una fuerza abandonada, cuya última esperanza política fue Cambiemos, ya que se suponía que iba a acabar con "el abandono populista". Todo lo contrario, continuó igual, sólo se configuró un negocio con Francia para adquirir aviones vetustos. El Kirchnerismo, al igual que una necesaria reforma agraria y la débil aplicación de la Ley de Medios, pecó por no usar el poder que tuvo: En vez de cerrar los acuerdos necesarios para la adquisición de material bélico ruso más actual y romper la dependencia del país que colaboró con nuestro enemigo en la guerra de Malvinas, le dejó el camino libre a Cambiemos para realizar grandes negocios para empresas estadounidenses y comisionistas.

Incluso si el submarino San Juan se hubiera encontrado inmediatamente, Argentina no posee los medios para su rescate. Cambiemos les mintió a las FFAA, que los votaron solícitamente. La soberanía no es asunto de interés de esta administración. Soberanía alimentaria no hay, en cuanto los precios prohibitivos de alimentos, la disminución en la producción para consumo interno debido al atraso cambiario y la bicicleta financiera, las LEBACS, otra forma de dominación y entrega del Patrimonio Nacional cediendo la soberanía económica. Y si esas políticas no importan, menos importará el equipamiento, el personal y los sueldos de las FFAA sino solamente para generar negocios para amigos del poder.

Maldonado y los tripulantes del ARA San Juan, víctimas por igual de un Estado que desampara, que abandona, que no tiene interés en la Soberanía Nacional, que deja hacer a socios y amigos, que abandona lo que no interesa. No es ni uno ni otro, son ambos. Pensemos de manera integral, superando la mediocridad de los fanáticos.

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martes, 17 de octubre de 2017

Las tristes palabras de Rubén Uñac sobre Cristina Fernández de Kirchner

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Formo parte de un partido nuevo, al cual muchos llegamos de distintos lugares con el objeto de construir una instancia superadora. Algo nuevo, limpio. Venimos sin lastre a dar lo mejor que tenemos, cada uno desde su lugar y con sus capacidades. ADN tiene como objetivo defender los intereses de los sanjuaninos, entiéndase, del Pueblo Sanjuanino: trabajadores empleados, profesionales, pequeños y medianos empresarios, hombres y mujeres de las ciencias físicas y sociales, pero muy especialmente de los pobres, de aquellos que no tienen las herramientas para tener la vida que pudieran tener si hubieran tenido la suerte de nacer en una cuna distinta.

No puede haber desarrollo si hay desigualdad. La fuerza de una cadena se mide por su eslabón más débil; la auténtica fuerza de una espada está en el brazo que la empuña, y la de este en el estómago que lo alimenta, y la de este en la bolsa que lo llena. Es el empleo lo que garantiza los demás derechos: educación, vivienda, esparcimiento. Y en los doce años de kirchnerismo quienes hemos recibido embates de fanáticos de derecha e izquierda sabemos que con sus virtudes y defectos, propios de los hombres, ese modelo privilegió el empleo, el trabajo de pequeños y medianos empresarios y por qué no, también de grandes empresas, de esas que tienen graves problemas ya que sus CEOs también creyeron en las promesas de otro CEO. Sin embargo, el beneficio del modelo macrista es para amigos en primer lugar, para el sector agroexportador sojero (hasta por ahí nomás), minero y por sobre todo, el financiero.

En ADN tenemos bien en claro a dónde queremos ir: Queremos ir hacia un modelo de desarrollo económico que nos brinde una sociedad justa, más igualitaria, donde la vida de cada uno sea previsible, donde podamos soñar un futuro mejor, donde podamos desarrollar nuestras capacidades. Una sociedad con empleo, que es lo que se perdió desde 2015 en nuestro país.

Reivindico la figura de Cristina Fernández de Kirchner como componente fundamental para la construcción de un nuevo peronismo, que sea capaz de ofrecerle a la ciudadanía una alternativa seria de gobierno para 2019. Tengo mis diferencias con CFK, cometió muchos errores y mantuvo en el gobierno a nefastos seres, como los que hoy gobiernan. Sin embargo ningún peronista puede ignorar que necesitamos su experiencia y capacidad conductiva para que los argentinos puedan elegir un modelo que tiene su historia, su doctrina, su filosofía y también sus traidores. Pero que la gente sabe lo que es.

Parece que estamos en la época de tirar a los viejos por la ventana. Los viejos nos enseñan y todavía tienen poder e incluso, les debemos gratitud por permitirnos ser lo que somos. Parece que algunos lo han olvidado. La historia peronista lo recordará.

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