La
realidad política, social y económica ha cambiado totalmente en Argentina desde
noviembre de 2015. En menos de un año ha habido cambios radicales que todavía
no cristalizan un proyecto definido y a largo plazo.
En
San Juan la realidad también es compleja. Pareciera que el fin del gobierno de
José Luis Gioja hubiese estado calculado, haciendo gala de su don de
“tiempista”. Sergio Uñac gobierna bajo condiciones totalmente impensadas en
2015 ya que si bien era esperable una derrota del peronismo, no consideró una
situación tan difícil, debiendo hacerse cargo no sólo de la falta de fondos
nacionales sino de la obligada necesidad de respuesta a los problemas de la
comunidad –desocupación, pobreza e inflación- que todo referente debe brindar.
Capítulo aparte merece la problemática interna del oficialismo provincial.
Estos
cambios están siendo aprovechados por algunos actores. Eduardo Cáceres, desde
el PRO tiene tres objetivos definidos: Consolidar su poder partidario absoluto frente
a las aspiraciones aperturistas del espacio conducido por Martín Turcumán, ocupar
el rol de Gestor de recursos para el financiamiento de la obra pública
provincial y aprovechar el aparato provincial de Producción y Trabajo en caso
de internas con Turcumán, Ibarra y otros y/o del vacío de poder que dejaría el
opositor más reputado: Roberto Basualdo.
Sin
embargo la parsimonia aparente de Basualdo no debe confundirse con abdicación.
No está dispuesto a ceder el poder logrado en estos años; los cambios que tomó
a nivel partidario denotan una estrategia ofensiva para 2017 y 2019.
Sumando refuerzos
Hace
poco se dio a conocer el nombre de Eduardo Licciardi con motivo de la primer
reunión pública del Espacio Cambiemos de San Juan. Licciardi, de amplia
trayectoria en el ámbito turístico y enológico, es el encargado de la nueva
estrategia de Producción y Trabajo para salir del sempiterno rol de oposición
Giojista siendo una alternativa válida de poder para 2019 y no ceder lo logrado
a un determinado Eduardo Cáceres.
La
llegada de Eduardo Licciardi a PyT ha sido un cimbronazo para quienes se habían
acostumbrado a lucrar con el rol de opositores. Basualdo sabe que necesita un
operador que discipline la tropa, organice o reorganice los departamentos,
consolide los 6 municipios logrados en 2015 y potencie la dirigencia para 2019.
Si
buscas resultados distintos, no hagas siempre lo mismo, dijo Albert Einstein. Lo
sabe Roberto Basualdo. Entiende que la oportunidad llegó, el cambio de
circunstancia lo favorece, Uñac no es Gioja y puede pasar de opositor a
alternativa de gobierno.
Eduardo
Licciardi será para Roberto Basualdo y Producción y Trabajo lo que Héctor Pérez
fue para José Luis Gioja y el Peronismo en estos años: un operador. Su logro
estará no sólo en las variables externas, ni siquiera en sus propias
habilidades, sino en el éxito que tenga su trabajo político en un partido acostumbrado
al segundo lugar.
*
* *
No hay comentarios.:
Publicar un comentario