La
encuesta divulgada ayer por Diario de Cuyo de la Consultora Acierto es un golpe
más para las aspiraciones de un segundo mandato para la actual intendenta Ana
María López de Herrera.
El
trabajo de Maximiliano Aguiar sitúa por delante al candidato basualdista, el
abogado Fabián Martín con 40,9% por sobre Ana María, continuadora del proyecto
del Frente para la Victoria en Rivadavia, con un 31,3%.
Estos
datos fríos a poco más de un mes de las PASO nos lleva a interrogarnos: ¿hizo
tan mala Gestión el FPV en el departamento? ¿Se utilizaron los recursos
adecuadamente? ¿Cómo se llegó a este resultado cuantitativo?
Sondeos
cualitativos propios revelan variados problemas como distintas son las zonas
del departamento, reflejo de la vasta heterogeneidad económica y social del
departamento con mayor desigualdad social de la provincia. Así por ejemplo, las
principales críticas al gobierno de López en las zonas más humildes, villas
erradicadas de Marquesado y La Bebida, son el acceso a mejoras en la provisión
de servicios, gas, pavimento y políticas de gestión de conflictos sociales
(conflictividad social intervecinal). Sectores como Rivadavia Sur, Villa Santa
Anita, Villa Nueva Argentina, Villa Rodríguez Pinto, Villa Doncel y Seminario y
Barrio Frondizi en el norte requieren servicios básicos, pavimentación, cunetas,
mejoras en seguridad y limpieza. Todos estos sectores, además, los más humildes
del departamento, requieren políticas sociales más agresivas en lo que respecta
a las necesidades básicas insatisfechas de alimentación, educación y contención
familiar, aspectos disputados entre el Municipio y el Ministerio de Desarrollo
Humano, que centraliza todas las políticas sociales.
Los
más prósperos sectores como Rivadavia Centro, Barrio FOEVA y zonas aledañas,
UDAP 2 y 3, Av. Libertador, La Cabaña, STOTAC y zonas aledañas, tienen otras
necesidades basadas fundamentalmente en la seguridad, los inconvenientes en el
tránsito referidos al deficiente sistema de semáforos, especialmente en Av. I.
de la Rosa y Coll y por supuesto, el abuso de los reductores de velocidad o “pianitos”,
artefactos que le dieron al Departamento el nombre jocoso que se utiliza en las
redes sociales.
Estos
sectores de más altos ingresos, junto con los más pobres y la juventud, son los
más difíciles de trabajar políticamente, ya sea por su apatía política, por las
recurrentes decepciones y complejos problemas sociales derivados de la
desigualdad socioeconómica y la volubilidad del voto, respectivamente. Los
sectores medios, por su parte, requieren la presencia activa del Estado y la
política, aunque no se manifieste directamente. Cuando a la Intendenta se le
reclama por qué recién ahora aparece en el barrio, es un reclamo no sólo de
gestión institucional, sino de ausencia política, de falta de labor militante
en la zona, que soporte o sostenga la gestión de gobierno, reflejo de la
situación política del FPV de Rivadavia y la mayoría de los departamentos,
donde la militancia echada a su suerte apela a referentes que trabajan cada uno
por su lado.
Además
de lo que falta, de lo que no se hizo por no escuchar las necesidades vecinales
y equivocarse, como lo hacen muchos dirigentes cuando leen las encuestas,
enfocándose en aspectos cuantitativos, en números y posiciones como si de una carrera
se tratara, cuando se desoye a la militancia, que es el vínculo natural entre
la cúspide dirigencial y/o el gobierno y la comunidad (vgr. armado de listas
del FPV), se pagan caros precios.
Sin
embargo sería muy injusto, ateniéndose al uso del presupuesto municipal y a las
obras públicas realizadas junto con el Gobierno Provincial, atacar la gestión
de Ana María. No obstante, la comunicación de las políticas públicas, junto con
el monitoreo (evaluación permanente) de las mismas, son parte fundamental de la
gestión de gobierno. Que hayan vecinos que desconozcan las obras y políticas
municipales no es un problema de la Secretaría General de la Gobernación, ni de
los medios masivos de comunicación, ni de la apatía política. Es
responsabilidad de una gestión que no sintonizó con las necesidades populares y
que no distinguió entre informar, que es anunciar lo que se realiza o los
servicios que se brindan, con comunicar, que es un camino de ida y vuelta entre
las necesidades vecinales y sus propuestas y las respuestas del Ejecutivo.
Luego,
hay otros aspectos a tener en cuenta, ya estrictamente políticos, como es el
armado de listas, la apertura a otros sectores del FPV, el excesivo
verticalismo, la falta de reconocimiento a militantes incluso del Partido
Popular Participativo y detalles como el que usa Fabián Martín, despertando
hábilmente la indignación popular cuando cuenta a los vecinos que el hijo de la
Intendenta va como concejal.
Fabián
Martín, con su trabajo de hormiga de años y el contexto político que lo
favorece (el voto castigo a Ana María), tiene la posibilidad de acceder a la
intendencia si hasta Octubre la docente no cambia de estrategia. Asumir
errores, abrir las puertas del gobierno municipal a militantes y vecinos y
aprender a comunicar, son elementos que de no concretarse, le abrirán las
puertas al segundo gobierno municipal basualdista (leal).
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