lunes, 6 de julio de 2015

La tragedia de “Pianito City”



Foto: Redes sociales de los candidatos
La encuesta divulgada ayer por Diario de Cuyo de la Consultora Acierto es un golpe más para las aspiraciones de un segundo mandato para la actual intendenta Ana María López de Herrera. 

El trabajo de Maximiliano Aguiar sitúa por delante al candidato basualdista, el abogado Fabián Martín con 40,9% por sobre Ana María, continuadora del proyecto del Frente para la Victoria en Rivadavia, con un 31,3%.

Estos datos fríos a poco más de un mes de las PASO nos lleva a interrogarnos: ¿hizo tan mala Gestión el FPV en el departamento? ¿Se utilizaron los recursos adecuadamente? ¿Cómo se llegó a este resultado cuantitativo?

Sondeos cualitativos propios revelan variados problemas como distintas son las zonas del departamento, reflejo de la vasta heterogeneidad económica y social del departamento con mayor desigualdad social de la provincia. Así por ejemplo, las principales críticas al gobierno de López en las zonas más humildes, villas erradicadas de Marquesado y La Bebida, son el acceso a mejoras en la provisión de servicios, gas, pavimento y políticas de gestión de conflictos sociales (conflictividad social intervecinal). Sectores como Rivadavia Sur, Villa Santa Anita, Villa Nueva Argentina, Villa Rodríguez Pinto, Villa Doncel y Seminario y Barrio Frondizi en el norte requieren servicios básicos, pavimentación, cunetas, mejoras en seguridad y limpieza. Todos estos sectores, además, los más humildes del departamento, requieren políticas sociales más agresivas en lo que respecta a las necesidades básicas insatisfechas de alimentación, educación y contención familiar, aspectos disputados entre el Municipio y el Ministerio de Desarrollo Humano, que centraliza todas las políticas sociales.

Los más prósperos sectores como Rivadavia Centro, Barrio FOEVA y zonas aledañas, UDAP 2 y 3, Av. Libertador, La Cabaña, STOTAC y zonas aledañas, tienen otras necesidades basadas fundamentalmente en la seguridad, los inconvenientes en el tránsito referidos al deficiente sistema de semáforos, especialmente en Av. I. de la Rosa y Coll y por supuesto, el abuso de los reductores de velocidad o “pianitos”, artefactos que le dieron al Departamento el nombre jocoso que se utiliza en las redes sociales.

Estos sectores de más altos ingresos, junto con los más pobres y la juventud, son los más difíciles de trabajar políticamente, ya sea por su apatía política, por las recurrentes decepciones y complejos problemas sociales derivados de la desigualdad socioeconómica y la volubilidad del voto, respectivamente. Los sectores medios, por su parte, requieren la presencia activa del Estado y la política, aunque no se manifieste directamente. Cuando a la Intendenta se le reclama por qué recién ahora aparece en el barrio, es un reclamo no sólo de gestión institucional, sino de ausencia política, de falta de labor militante en la zona, que soporte o sostenga la gestión de gobierno, reflejo de la situación política del FPV de Rivadavia y la mayoría de los departamentos, donde la militancia echada a su suerte apela a referentes que trabajan cada uno por su lado.

Además de lo que falta, de lo que no se hizo por no escuchar las necesidades vecinales y equivocarse, como lo hacen muchos dirigentes cuando leen las encuestas, enfocándose en aspectos cuantitativos, en números y posiciones como si de una carrera se tratara, cuando se desoye a la militancia, que es el vínculo natural entre la cúspide dirigencial y/o el gobierno y la comunidad (vgr. armado de listas del FPV), se pagan caros precios.

Sin embargo sería muy injusto, ateniéndose al uso del presupuesto municipal y a las obras públicas realizadas junto con el Gobierno Provincial, atacar la gestión de Ana María. No obstante, la comunicación de las políticas públicas, junto con el monitoreo (evaluación permanente) de las mismas, son parte fundamental de la gestión de gobierno. Que hayan vecinos que desconozcan las obras y políticas municipales no es un problema de la Secretaría General de la Gobernación, ni de los medios masivos de comunicación, ni de la apatía política. Es responsabilidad de una gestión que no sintonizó con las necesidades populares y que no distinguió entre informar, que es anunciar lo que se realiza o los servicios que se brindan, con comunicar, que es un camino de ida y vuelta entre las necesidades vecinales y sus propuestas y las respuestas del Ejecutivo.

Luego, hay otros aspectos a tener en cuenta, ya estrictamente políticos, como es el armado de listas, la apertura a otros sectores del FPV, el excesivo verticalismo, la falta de reconocimiento a militantes incluso del Partido Popular Participativo y detalles como el que usa Fabián Martín, despertando hábilmente la indignación popular cuando cuenta a los vecinos que el hijo de la Intendenta va como concejal.

Fabián Martín, con su trabajo de hormiga de años y el contexto político que lo favorece (el voto castigo a Ana María), tiene la posibilidad de acceder a la intendencia si hasta Octubre la docente no cambia de estrategia. Asumir errores, abrir las puertas del gobierno municipal a militantes y vecinos y aprender a comunicar, son elementos que de no concretarse, le abrirán las puertas al segundo gobierno municipal basualdista (leal).


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