martes, 10 de febrero de 2015

¿Quiénes son los responsables del delito juvenil en San Juan?



Fotos: Telam - San Juan 8
Al igual que en abril del año pasado, una mezcla de pena y bronca embarga a los sanjuaninos al conocer otro caso de un delito cometido por menores de edad. Como expliqué en mi anterior artículo: Niños y adolescentes que delinquen ¿Qué hacer? Necesidad de un régimen penal juvenil sanjuanino, existen modalidades provechosas de atención de esta problemática que no se cumplen en nuestra Provincia. Esta vez, analizaremos las responsabilidades de distintos sectores de la sociedad sanjuanina en el delito juvenil.

Rol de la Familia
La pérdida de autoridad de los padres, la carencia de límites, la falta de contención y en suma, de amor hacia los hijos, genera un sentimiento de que “todo se puede” y que libertad es “hacer lo que quiera” (cuando D’Elía decía que a la sociedad le falta amor, tenía razón). Esto es transversal a todos los sectores socioeconómicos: Recordemos el caso de la agresión a Florencia Merino en el Colegio Dante Alighieri o la vejación de la estudiante en Santa Lucía el año pasado, casos que quedaron impunes totalmente. El pensar, fruto de la actual concepción materialista posesiva de la vida, que el amor se manifiesta en los bienes materiales que les brindo a mis hijos, que hace que los padres estén fuera de la casa el mayor tiempo posible dedicados a hacer dinero, siendo sus hijos criados por niñeras y empleadas domésticas, en el mejor de los casos, o por los amigos y la calle. La obesidad infantil, cada vez mayor, las adicciones, la falta de actividad física y la disciplina que impone el deporte, son ejemplos de una cultura laxa que a la larga tiene sus consecuencias.

“Yo crío a mis hijos como quiero”, cuántas veces hemos escuchado lo mismo. Y es un gran error: los hijos no son propiedad de uno, son, al estilo de la comunidad de hijos planteada por Platón y explicada por Aristóteles, producto de la sociedad: reciben de la sociedad formación y vuelcan a ella, a su vez, la formación recibida. De allí la gran responsabilidad de los padres de los hijos que entregan a la sociedad.

Rol de la Comunidad
Nuestra cultura nacional tiene un gran componente centrífugo: la culpa la tiene el otro: el gobierno, el inmigrante, el negro, el pobre, el delincuente, etc. ¿Pero la inacción y la indiferencia acaso no son acciones tan agresivas como una bofetada? Hace tiempo, Bertol Brech (1898-1956), cuando se refería al caso del analfabeto político, decía:

El peor analfabeto
es el analfabeto político.
No oye, no habla,
ni participa en los acontecimientos políticos.
No sabe que el costo de la vida,
el precio del pan, del pescado, de la harina,
del alquiler, de los zapatos o las medicinas
dependen de las decisiones políticas.

El analfabeto político
es tan burro, que se enorgullece
e hincha el pecho diciendo
que odia la política.

No sabe, el imbécil, que,
de su ignorancia política
nace la prostituta,
el menor abandonado,
y el peor de todos los bandidos,
que es el político trapacero,
granuja, corrupto y servil
de las empresas nacionales
y multinacionales.

Claro que sí. El rol de nosotros, los ciudadanos que criamos a nuestros hijos “bien”, es fundamental. Qué hacemos con las injusticias sociales, con la pobreza, con la impunidad, con el bulling que sufre aquel niño? Qué hacemos por los niños que venden estampitas en la noche, por los padres de esos niños que sufren explotación laboral? ¿Evadiendo mis impuestos, colaboro en todo esto? Pensemos, todos somos, en algún grado, responsables de la marginalidad del otro.

Rol del Estado
Es poco lo que el Ministro Adrián Cuevas puede llegar a hacer en este caso. Bastante tiene con conducir la Seguridad de la Provincia, elaborar estrategias de prevención y abordaje del delito y conducir una fuerza policial donde conviven corruptos y buenos policías, falencias e injusticias en la Fuerza, problemas de distinto tipo. Es la Policía de San Juan, dependiente del Ministerio de Gobierno, quienes deben liberar, por orden judicial, al mismo menor que atraparon y que horas antes puso un rifle en la cabeza de una anciana. Ni imaginar la pérdida de autoridad y sensación de impunidad.

Educación: La moda de hoy es que los niños deben venir educados de casa y que la escuela no es formadora de valores. Parcialmente cierto. Pero la institución educativa siempre fue formadora de valores, de premios y castigos, como lo es la vida misma. Pero que puede salir de un sistema donde la mentira está generalizada, desde la cantidad de alumnos en cada curso, pasando por la exigencia de aprobar a alumnos con ausentismo o que no alcanzaron las metas mínimas. Qué alumnos podemos tener si hay docentes que no indagan ni profundizan en lo que leen o que exigen respeto a sus alumnos, pero incluso delante de ellos le faltan el respeto a la Presidenta, en su rol de mujer y de Jefa de Estado?

Desarrollo Humano: Qué sucede cuando los responsables de establecer las políticas sociales se dedican al marketing y a esperar que una inundación de verano sirva de show político en un año electoral? Cuando no existen políticas eficaces de contención social, no existen centros de alojamiento para jóvenes en conflicto con la ley penal, ni siquiera para drogadependientes? Cuando el Ministro de la Política Social está enfrentado a intendentes electos por el Pueblo y del mismo espacio político y donde los únicos rehenes son los habitantes de dichos departamentos? Cuando existe un Ministerio macrocéfalo y desbordado y Municipios que carecen de recursos para atender la problemática social que día a día golpea la puerta de la Intendencia. Cuando el maltrato y persecución a empleados ya es moneda corriente o la corrupción y los regalos a novios y novias vía proveedores es de por sí escandaloso? Qué se puede esperar?

Recordemos y tengámoslo en cuenta: Argentina es un país destruido socialmente. La pobreza estructural que instaló la última dictadura y que profundizó el menemismo dejaron un país socialmente fragmentado, dividido, más desigual que antes. No sólo necesitamos Ingenieros, como la frase oficial, necesitamos Trabajadores Sociales, ejércitos de ellos en las calles sanjuaninas atendiendo las necesidades de niños, jóvenes y familias. Sí, esos mismos profesionales que egresan de la UNSJ y que a lo sumo, cuentan con paupérrimos salarios.

Hace más de 60 años, el General Juan Domingo Perón planteó, desde su obra “La Comunidad Organizada” un modelo de atención de las necesidades sociales: familia, barrio, departamento, provincia. Considero que el actual modelo de políticas sociales provincial está agotado. No contiene, no previene, no resuelve. Hay que revisar y cambiar.


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