Foto: Diario de Cuyo |
En San Juan las responsabilidades de los Intendentes hasta hace pocos meses versaban en lo estipulado en la Constitución Provincial, Cartas Orgánicas de los Municipios de Primera Categoría y la Ley Orgánica de Municipios para los de Segunda y Tercer Categorías.
Las redes
sociales de funcionarios y gestiones municipales posibilitan una mayor cercanía
entre los Intendentes y sus comunidades, si bien hay algunos que creen que sólo
estos medios bastan. Cercanía que representa también un peligro latente, una
molotov en la mano de los ciudadanos.
Esta molotov
contiene un alto grado de apatía política, fomentada por años de
neoliberalismo, individualismo egocéntrico (distinto al individualismo ético
del Liberalismo), desprestigio de las
Instituciones Públicas, corrupción, desorganización y desmovilización del
movimiento obrero, entre otros factores.
Otros
elementos son el relativismo cultural, manifestado por la falta de respeto a las
autoridades y jerarquías; una pobre cultura política, que incluye el desconocimiento
popular del rol de las ideologías en la vida cotidiana debido a la difusión política
y mediática de las consecuencias de la tesis de Francis Fukuyama sobre el Fin
de la Historia (el agotamiento de las teorías alternativas al paradigma
neoliberal) y la erección del monetarismo como escuela económica predominante,
que considera, por ejemplo, como fundamental causa de la inflación la emisión
monetaria y su solución: el ajuste. Finalmente, el desconocimiento de los roles
de los poderes del Estado y los niveles Nacional, Provincial y Municipal.
El último
componente es la economía: dificultades que son percibidas por millones de
argentinos cada vez que van al supermercado o pagan un servicio.
La molotov estallará
cuando ante el cúmulo de necesidades insatisfechas, la ciudadanía no distinga
responsabilidades, ya que “todos los políticos son iguales” y se vuelque a exigir
respuestas en el marco de una situación socioeconómica desesperante, con más de
100.000 nuevos desempleados en los últimos 6 meses (ARTs), una inflación prevista
en 43% (Artemio López) y un tipo de cambio de estabilidad en torno a los $16
(Cavallo). Y eso es el comienzo: las consecuencias se verán en el próximo
semestre y 2017, cuando la pérdida actual del consumo afecte aún más el
comercio y la producción, agravando el desempleo, y la pobreza.
El ciudadano
promedio no reconocerá jerarquías, división de poderes ni niveles estaduales.
Al primero que irá a buscar será a su Intendente, aunque no tenga nada que ver
ni cuente con herramientas para solucionar sus problemas, quien no podrá argüir
“no es de mi competencia”: las necesidades no entienden de razones. Lo hemos
visto recientemente en Calingasta con las manifestaciones de trabajadores
mineros en la puerta del municipio.
Así las
cosas, los Intendentes tendrán que fortalecer su capacidad comunicativa ya que
la comunidad requerirá una voz que brinde respuestas, y las únicas que podrán
brindar serán simbólicas, que son las que actualmente están faltando en la era
M, al igual que en el kirchnerismo.
Fuentes:
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