Ayer
miércoles 5 de enero de 2022 se reanudó la línea aérea San Juan-Córdoba, suspendida
al menos (según los registros que pude recopilar), desde 2005 cuando cubría
dicha ruta la empresa privada Souther Winds. El actual recorrido lo realiza la
empresa estatal Aerolíneas Argentinas (AA), dos días a la semana a través de la
aeronave brasileña Embraer 190 (E-190), con capacidad declarada de 98
pasajeros.
El
E-190 es el avión más pequeño de la flota de AA, es un turborreactor bimotor
con alcance máximo de 4220 a 4400 kms. AA declara en su página (https://www.aerolineas.com.ar/la-flota)
poseer 26 de estas aeronaves, aunque la mayoría de ellas están fuera de
servicio por demoras en mantenimiento, consecuencia de la desinversión sufrida
durante la gestión del ministro “Grillo” Dietrich y del asesoramiento de
Gustavo Lopetegui, ex CEO de LAN Argentina y asesor presidencial, ambos
funcionarios de Mauricio Macri, destinada a acabar con los subsidios que la
línea estatal recibía, para beneficiar con su política de Cielos Abiertos a
algunas empresas amigas.
Así
las cosas, comenzó la línea con el E-190, sin que las autoridades de la Provincia
de San Juan informaran la ocupación de la aeronave, fundamental para proyectar
su permanencia en el tiempo. De todas formas, es el inicio de la línea, mucha
agua puede pasar bajo el puente. Lo claro es que el Gobierno de la Provincia de
San Juan considera esta línea únicamente con una finalidad turística, limitándose,
a la vez que excluyendo el potencial del traslado aéreo a los viajes de
negocio, de salud y estudiantiles, normalmente con menor cantidad de traslados
pero más estables.
Sin
embargo, analizando técnicamente el recorrido, es probable que la línea no pase
del verano, lamentablemente. La ruta UAQ-COR tiene una distancia lineal de 401
kms, que está siendo realizada por una aeronave que puede recorrer 4200 kms, o
sea, utiliza un 10% de su capacidad. Además, en un trayecto tan corto, el E-190
no puede alcanzar su altura óptima de vuelo, lo que limita su rendimiento de
combustible. Como nota extra, su concepción es fundamentalmente turística, sin
registros de ocupación transparentes. Finalmente, se realiza en aviones cuyo mantenimiento
y gastos operativos (gastos fijos) son altos, en una ruta históricamente poco
rentable.
Se
agrava la situación ya que dado el estado de abandono de los E-190, es probable
que en caso de necesidad, la ruta UAQ-COR (Aeropuerto Domingo Faustino
Sarmiento-Aeropuerto Internacional Ingeniero Aeronáutico Ambrosio Taravella)
sea utilizada con aeronaves Boeing 737, de mayor capacidad que el E-190, lo
cual agrava el problema de consumo de combustible.
Pero
hay solución. Primero, un cambio de concepción por parte del Gobierno Nacional
y/o de los Gobiernos Provinciales, donde se entienda que la ruta aérea no sirve
solamente para acarrearlevar turistas a San Juan con 40º en verano. La línea
aérea interprovincial fomenta la integración regional, aspecto fundamental en
un país geopolíticamente disfuncional, unitario, centralizado y concentrado; el
desarrollo provincial al bajar costos de traslado aéreo al no tener que hacer
escala en Buenos Aires (AEP) y el fomento de empleos del personal de
mantenimiento aeronáutico en las provincias.
Luego,
lo técnico. Utilizar un turborreactor para un viaje de 400 km es altamente
ineficiente. Hay que utilizar otro tipo de aviones, los turbopropulsores. Hace
un tiempo escribí un artículo sobre la posibilidad de la venta de los aviones
rusos Il 114-300 (Ilyushin), cuyos gastos de mantenimiento son menores, tienen
equipamiento electrónico que les permite superar las deficiencias de los
aeropuertos locales y al estar diseñados para vuelos cortos, son más rentables
que los turborreactores para este tipo de viajes.
Utilizar
un turborreactor para unir UAQ-COR, es como matar una mosca de un balazo.
Pensar
en la rentabilidad en las líneas aéreas es un arma de doble filo, utilizada por
las mentes neoliberales que tienen grabado el chip de que todo gasto del Estado
debe ser eliminado para fomentar el negocio privado, falacia que se demuestra
cuando no cualquiera puede armar rutas aéreas y la experiencia nos indica que
el desguace por falta de financiamiento de AA se hizo para bajar el gasto
público y favorecer a empresas amigas, algo que la Justicia todavía debe
resolver. Pero la rentabilidad también debe ser tenida en cuenta eficientizar
los gastos y aprovechar al máximo los recursos con los que se cuenta.
En
mi artículo http://diegofloresburgos.blogspot.com/2021/04/informe-sobre-oportunidad-de-venta-la.html,
Informe sobre oportunidad de venta a la República Argentina de los nuevos
aviones turbohélice Ilyushin 114-300, analizo las líneas aéreas históricas y
actuales de Argentina, los problemas actuales y la potencial solución a través
de la adopción de un tipo de aeronave que además, al ser rusa, es más económica
que sus equivalentes estadounidenses y europeos, de calidad superior, preparada
para pistas rústicas como las nuestras. Pero teniendo en cuenta también la
necesidad geopolítica de vincularnos cada vez más con la Federación de Rusia.
Recordemos que los Airbus y Boeing, son empresas con alta presencia de los
lineamientos estatales de origen y siendo países europeos y EEUU parte de la
OTAN, conviene dejar las relaciones carnales comerciales y comenzar a pensar en
apoyar a países que sean nuestros aliados en la concepción de un mundo
multipolar y el ejercicio de la soberanía nacional con la recuperación de las
Islas Malvinas.
Así
se matan varios pájaros de un tiro: eficiencia.
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