Por Diego Flores Burgos
Hace
casi dos semanas en el departamento 25 de Mayo se vivieron momentos de
tensión. Fue la manifestación de un síntoma social que estaba latente.
Los vecinos no soportaron más y reaccionaron contra la corrupción y los
privilegios.
Vecinos
indignados se concentraron frente al municipio 25 de Mayo ante la gota
que rebalsó el vaso: se trata del último sorteo de casas de barrio del
IPV, un sorteo, según los vecinos, irregular. Las denuncias
hechas públicamente en la concentración de vecinos afectados en 25 de
Mayo sostienen que el otorgamiento de viviendas fue realizado a favor de
gente que no es del departamento y que no tendría necesidades
habitacionales prioritarias; en muchos casos son hombres solteros, gente
que posee otra vivienda o propiedades, que no poseen recibo de sueldos
para adquirir el inmueble según los requerimientos del IPV, entre otras
irregularidades.
No
es mezquindad, sino injusticia, según cuentan los vecinos
veinticinqueños, que se le otorgue viviendas a gente que no vive en el
departamento, habiendo un gran déficit habitacional en el municipio.
Como pude relevar personalmente en visitas guiadas por los concejales
del partido departamental JUNTTOS (que forma parte del Frente para la
Victoria), Lila Trigo y Fabián Morales, el principal problema, luego de
la falta de trabajo estable y de calidad en el departamento, es el
problema de la tenencia de la tierra. Muchos habitantes, en una
proporción que no puedo especificar, construyen sus viviendas en
terrenos privados o fiscales: a la vera de las vías del ferrocarril o de
los canales de riego. Por supuesto que estas viviendas precarias, al
ser totalmente irregulares, carecen de los servicios elementales para la
vida humana digna: electricidad, saneamiento y agua potable. Gas ni
hablar.
Son
habitantes que deben consumir agua del canal del Norte cuando este trae
caudal, o que deben pagar a funcionarios municipales para que el camión
cisterna del Municipio les lleve agua potable, caso detectado entre
otras, en la zona conocida como Villa Costa Canal.
La
movilización del vecinos al municipio se hizo al día siguiente de la
toma de viviendas casi terminadas de un par de barrios del departamento.
La gente abandonó las viviendas en forma pacífica, según informaron los
medios de comunicación provinciales. Aunque algunos de los usurpadores
afirmaron a los concejales del partido JUNTTOS que habían recibido
amenazas personales por parte del ministro de gobierno provincial, Dr.
Adrián Cuevas y otros funcionarios.
Personalmente
he relevado la injusticia misma, incomprensible en un gobierno
peronista y que me avergüenza como a todos aquellos seguidores del
modelo nacional y popular. Un emblemático caso es el de una familia
joven de la localidad de Las Casuarinas que en la actualidad vive en
toldos en una plazoleta de barrio. Esta familia se encontraba dentro del
programa de erradicación de villas por lo que tenía asignada una casa
cuando le derribaron su precario rancho. Al volver del trabajo, los
padres se encontraron sin su rancho, el cual había sido demolido y sin
sus hijos, que habían sido trasladados a la nueva ubicación. Al llegar a
ella, la casa asignada no les fue entregada, quejándose de manera
lógica recibiendo, por parte de funcionarios municipales entre ellos, la
Lic. Roxana Tello, la extorsión de que tendrían que firmar la renuncia a
la casa otorgada, caso contrario ellos (los padres) irían presos y los
hijos serían trasladados a algún hogar infantil. El Ministro de
Desarrollo Humano y Promoción Social de la Provincia, Daniel Molina,
también estuvo presente en el operativo e hizo oídos sordos a la
situación de la familia.
Numerosos
casos similares, en los que funcionarios municipales se aprovechan de
la ignorancia y la buena fe de “la gente del campo”, se encuentran en el
departamento 25 de Mayo. La venta de terrenos fiscales es otro caso:
varios lotes contiguos a las vías del FFCC General Belgrano han sido
vendidos por montos de entre $1000 y $2000 a desesperados habitantes
quienes nunca recibieron una factura o comprobante de pago alguno.
El
gobierno del intendente Rolando Héctor Quiroga Moyano también está
privando de la tierra -para su beneficio familiar- en la zona del Encón a
ciudadanos argentinos, desplazando a puesteros y habitantes de la
comunidad indígena Salvador Talquenca protegida por un dictamen
favorable del Instituto Nacional de Asuntos Indígenas y por la ley
nacional N° 26.160, esta última declara la emergencia en materia de
posesión y propiedad las tierras que tradicionalmente ocupan las
comunidades originarias del país, impidiendo además los desalojos de
pueblos y comunidades indígenas en el territorio nacional. La familia
Quiroga Moyano a título privado ha venido alambrando terrenos que
históricamente pertenecen a estas comunidades, y durante estos dos
últimos años intimaron con cartas documentos a pobladores de la
Comunidad Salvador Talquenca, y llegaron a enviar a maquinarias pesadas
del municipio para desalojar violentamente a las familias de la
comunidad que se encuentran habitando en precarios ranchos de caña y
nylon.
Rolando
Héctor Quiroga Moyano no cesa con la impunidad y corrupción con la que
se maneja el municipio, seguirán habiendo tomas de viviendas de barrios
por entregar y un conflicto social que va a hacer que la paz del
cementerio que se vive en 25 de Mayo termine en una pueblada al estilo
de nuestros comprovincianos jachalleros.
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